Las agrupaciones de productores extremeños de tabaco denunciarán a las principales empresas de primera transformación que operan en España (Cetarsa, World Wide Tobacco España, Taes y Agroexpansión) ante las autoridades europeas de Competencia por "ponerse de acuerdo de nuevo en precios y cantidades", según afirmaba Higinio Burcio, presidente de Ibertabaco y de la Mesa por la Defensa del Tabaco.Estas sospechas ya tienen su antecedente, por lo que dichas empresas están siendo investigadas por la Dirección General de Competencia de la UE, ya que, presuntamente, las cuatro transformadoras habrían realizado anteriormente estas prácticas para controlar los precios, concretamente entre 1996 y 2001.EXIGIR PRECIOS JUSTOSPara Teófilo Moreno, de UPA-UCE, "dar a conocer a los agricultores y a la opinión pública esta situación es uno de nuestros objetivos principales ".Higinio Burcio, que calificó de "mafiosos " a los directivos de estas empresas, ha declarado, según recoge EL PERIÓDICO, que el pacto que han establecido las compañías para evitar la competencia entre ellas y repartirse el mercado incluye un acuerdo para establecer una horquilla de precios de entre 48 y 60 céntimos de euros por kilo para los tabaqueros, lo que supone una reducción del 40% con respecto a la anterior campaña.Así la situación, desde UPA-UCE se ha afirmado que los agricultores no están dispuestos a aceptar esta imposición. Por ello, tienen previsto exigir en septiembre los precios que consideren justos en función de la calidad de la cosecha que obtengan.AYUDA A LA PRODUCCIÓNCuando hace algunos meses la UE aprobó la reforma del sector tabaquero estableció que desde el año 2006 al 2010 un 60% de los subsidios estarían ligados a la producción y un 40% se transformarían en pago único para los cultivadores que obtuvieran más de cinco toneladas. Sin embargo los productores están empezando a barajar que si los precios siguen a la baja interesaría desacoplar el 100% de la producción. Una opción que dañaría gravemente a todos los sectores del tabaco, aunque sería más beneficiosa que si la ayuda siguiera vinculada a la producción pero el tabaco no se vendiera.Del mismo modo, la UE estableció que a partir del 2010 un 50% de los apoyos al tabaco se transformará en la ayuda única independiente de la producción y el 50% restante servirá para financiar medidas de reconversión dentro de los programas de desarrollo rural.