Ruidos, cristales rotos, calles sin iluminar y pisos defectuosos es lo que han encontrado los vecinos que adquirieron una de las 106 viviendas que aún hoy continúa levantado la constructora Moreno Molero junto a la rotonda del camino de San Marcos.Según señalan sus propietarios a las molestias producidas por el botellón, se une "el mal acabado de las viviendas que en algunos casos roza la ilegalidad". Así lo afirma uno de los vecinos, Daniel Escribano, que explica indignado cómo después de entregadas las llaves se están haciendo obras en los trasteros para dotarlos de respiraderos o cómo falla continuamente la instalación eléctrica y de antenas. También señala que cada vez que llueve se inunda la calle de entrada a los garajes ante la falta alcantarillas y que, aunque hace más de 6 meses que se entregaron las primeras viviendas, aún carecen de alumbrado público: "Es un verdadero escándalo que la Junta de Extremadura consienta entregar unos pisos en tan lamentable estado", afirmó.Además apunta que al inicio de las obras los futuros propietarios entregaron 1.200 euros que no figuran en ningún sitio. "Nos dijeron que no nos molestásemos en pedirlas, que eso era dinero negro", afirmó Daniel.Desde el consistorio se señala que aunque no está en su mano solucionar todos los problemas hacen todo lo que pueden dentro de la legalidad.