Cuando Julián de la Cámara Segura nació en Navalmoral el 10 de octubre de 1922, su padre ejercía de juez en Galicia y hasta los cinco años vivió con sus tios en un edificio hoy catalogado 'singular' situado en la calle Joaquín Alcalde, levantado hace más de un siglo en el municipio. Después sus padres se fueron a vivir a Toledo y le llevaron con ellos, más tarde llegó el traslado a la provincia de Ciudad Real.A pesar de ese cambio de domicilio en los primeros años de su vida, que le seguirá acompañando en su etapa de adulto, admite que esa céntrica vivienda morala ha sido y es, un referente donde siempre vuelve a pesar de que su vida ha transcurrido en diferentes lugares.Cuenta que cuando sus tres hijos eran pequeños -Julián, el mayor que hoy tiene 53 años, Emilio y Carmen Clara-, su esposa, de la que dice que era una mujer muy valiente, cargaba el seiscientos y se venian a pasar el verano desde Navarra a la casa de Navalmoral "con mi hermano Pedro y su tía Marisa". Tras la muerte de su mujer, sus hijos le pidieron que se centrara en un sitió y eligió Navalmoral y la casa de su familia, un hogar donde sus hijos vuelven a pesar de vivir a muchos kilómetros de distancia cada vez que tienen oportunidad.Afirma que lo principal ha sido su carrera de farmacia, ha dado clases de botánica y de química orgánica. De hecho en la milicia estuvo destinado a un regimiento de defensa química en ávila. Después cuenta que compró una farmacia en un pueblo de la provincia de Málaga, en Teba, donde fue inspector farmaceutico durante cinco años. Su mujer que también era farmaceútica era de Tudela así que el matrimonio se desplazo hasta este pueblo Navarro donde durante cuarenta y cinco años regentó su farmacia, "tengo grandes amigos en Navarra" explica.Buen conversador como todo ávido lector acaba de terminar la lectura del éxito editorial del momento 2El Código Da Vinci1 y 2Los Pilares de la Tierra1. Sigue leyendo obras farmacéuticas, porque confiesa que le gusta seguir al día y sobretodo en lo referente a su enfermedad pulmonar crónica que padece afirma "por fumar durante cincuenta años".El libro que tiene en la cabecera en estos días es 2La Destrucción de Pompeya1.Además de gustarle la lectura se confiesa amante de la música y de la botánica y apunta "aún sigo saliendo al campo1. Todas estas aficiones no le impiden almacenar una de las colecciones más singuales de sellos y cartas de la etapa prefilatélica que existen. Diariamente trabaja en la clasificación y catalogación de ejemplares ayudado de su vieja máquina de escribir.