Manuel Fernández Barquilla y su mujer Concepción álvarez empezaron con la venta de cupones de la Organización Impulsora de Discapacitados (OID) en Navalmoral. La delegada estaba en Cáceres, explica "pero los primeros vendedores de la provincia fuimos nosotros". Al principio cuenta que vendían unos 60 boletos en Navalmoral hasta que a los tres meses de comenzar con la venta en junio de 1999 dieron el premio gordo. El cupón valía cien de las antiguas pesetas y el premio fue de 25 millones de éstas. A partir de ahí la venta empezó a subir. Hoy se venden unos 2.000 o 2.500 cupones diarios pero desde la OID tienen que luchar con un fantasma, contra aquellos que ponen en entredicho el trabajo de estas personas, veinte vendedores sólo en el municipio. Contra aquellos que dudan de que los premios se cobren a pesar de que este año la OID cumple 15 años desde que su fundación.- ¿A pesar de que son tres primeros premios los que la OID ha repartido en el municipio todavía hay gente que duda de que los premios se cobre... ¿De dónde surge esa leyenda?--En algunos medios de comunicación ha salido que éramos ilegales y que no pagamos los premios, pero lo premios se pagan. Además de dar tres premios gordos hemos dado muchos más pequeños y tanto unos, como otros se han cobrado. Cantidades inferiores a 50 euros las pagan los mismos vendedores los premios superiores los paga el banco BBV. Hasta ahora no ha habido ninguna queja de nadie, lo que pasa es que hay gente interesada en que se piense lo contrario.- ¿Cuántos vendedores de la OID hay en Navalmoral?--Unos veinte, en este momento necesitamos gente para trabajar. Todos los vendedores tienen su seguridad social y todos los permisos correspondientes.- ¿Desde cuándo Navalmoral tiene sede de la OID?--Al principio, en marzo de 1999 vendíamos cupones mi mujer y yo. En junio de ese mismo año dimos el primer premio. El cupón costaba cien pesetas y el premio fue de 25 millones. A partir de ahí la venta empezó a subir y se creo la delegación provincial de Cáceres. A finales de ese verano empezamos a tener vendedores y la oficina estaba en mi casa. Además de venderse en Navalmoral se vendía en Jarandilla, más tarde se llevó al resto de los pueblos de los alrededores y en el 2000 inauguramos esta oficina en la calle Cardenal Cisneros. En Navalmoral fuimos los pioneros de toda la provincia de Cáceres.- ¿Es un trabajo duro?--Bueno, como todos los trabajos. A mi me gusta y lo llevo bien. Me gusta estar en la calle y estar con la gente.- ¿Cuántos cupones se venden en la localidad? Imagino que después de dar un primer premio la semana pasada se ha incrementado la venta--Si, la gente desde que repartimos los 250.000 euros compra más. Normalmente vendemos unos 2.000 o 2.500 diarios pero ahora la venta se ha incrementado.- ¿Cómo se enteraron de que habían repartido un nuevo premio gordo?--Por la tele, mi mujer estaba pendiente del 17.713 y yo del 17.775 lo primero que hice fue llamar a todos los vendedores y después me acerque a decírselo al bar Merle.- Cuéntenos alguna anécdota--El número que tocó, el 17.775 es un número raro, hay gente que dice que no le gusta porque tiene tres sietes. Hubo un hombre al que se lo ofrecí pero lo rechazo. Otra de las personas a las que le ha tocado vino a por el cupón y a mi ya no me quedaban así que le dije que si quería buscara a mi mujer que ella aún tenia. Lo compró y le tocó.- ¿Hay prevista una fiesta en la sede?--Si, aún no hay fecha pero ya avisaremos, así que todavía quedan días por celebrar el premio.