Aunque nació en Garganta la Olla, municipio de la Vera, Vicente Blázquez, se considera talayuelano pues lleva viviendo allí cerca de 40 años. Durante toda su vida se ha dedicado a las actividades agrícolas. Primero comenzó con el tabaco, y después continuó con la ganadería y el campo en general. Actualmente combina sus funciones como representante de la Comunidad de regantes del arroyo de Santa María ante las Instituciones públicas y sus obligaciones como secretario regional de la ejecutiva UPA-UCE Extremadura, con sede en el municipio de Talayuela. Vicente atraviesa una situación complicada debido a la grave situación por la que están pasando los tabaqueros de la zona: la sequía. Una falta de agua que está intentando resolver junto con su compañero y presidente Manuel.¿Cómo llegó a la comunidad de regantes?-Viendo los problemas que había campaña tras campaña, decidí formar una comunidad que intentara resolverlos. Lo hice en el año 1989,aunque la Comunidad de regantes del arroyo de Santa María no se legalizó hasta 1992.¿Por qué decidió dejar el cargo de presidente?-Durante todo este tiempo he intentado hacer bien mi trabajo, pero ya estoy muy cansado y además tengo limitaciones sanitarias. Lo he intentado dejar muchas veces, pero siempre me han acabado llamando. Ahora el puesto de presidente lo ocupa Manuel Casado, un señor serio y responsable que entiende mucho de tabaco, mientras que yo me encargo del papeleo, de redactar informes, de ponerme en contacto con la administración,etcétera.Ante la situación de sequía que padece la zona, ¿qué medidas decide llevar a cabo?-Cuando comenzó la temporada se realizó una reunión entre los presidentes de las distintas comunidades de la zona, Comunidad de regantes del pantano de Rosarito, Comunidad de La Jara y la nuestra, para abordar el problema y buscar soluciones. Yo creí que la mejor solución era hacer un trasvase de agua del embalse de Valdecañas y eso es en lo que estamos inmersos hoy en día. Para ello, ha sido necesario establecer un estricto turno de riego y cada tabaquero ha tenido que pagar una determinada suma de dinero para recoger el agua, en concreto 124 euros por hectárea. Además, dos máquinas cedidas por la Confederación Hidrográfica del Tajo han ayudado despejando los arroyos y canalizando el agua.¿Cómo ve lo que está pasando?-Estamos atravesando una situación difícil y no se trata de una campaña normal, aún así creo que finalmente se resolverá el problema y las cosechas se podrán salvar, aunque esto no se puede asegurar, se trata de lo que nosotros queremos, es decir de lo que nos gustaría.¿Que pasaría si las cosechas no aguantaran sin agua unas semanas más?-Espero que no ocurra eso,y en el caso de que sucediese se tendría que intervenir desde la administración pública y ver de que manera se puede resolver la situación del agricultor para poder buscar recursos al contexto económico actual.¿Qué se puede hacer en el futuro?-Esta situación se debe, principalmente, a una falta de inversión en infraestructuras a lo largo de 20 años. Nosotros pedimos a las Instituciones públicas que dentro del plan nacional de regadío se acabe con la precariedad de muchas zonas existentes en la región. Para ello, no sólo se necesita buena voluntad y talante, sino también una buena inversión.Realmente, ¿cómo cree que acabará la campaña de tabaco este año?-Entre todos estamos intentado hacer lo posible, pero debemos ser realistas y la realidad es que comenzamos mal y pienso que se finalizará mal. Ya se está hablando de un 30% de pérdidas en algunas explotaciones y si la cosa continua así, serán más. Aunque repito, nosotros hacemos todo lo posible para salvar la campaña y por ahora, en lo que concierne a nuestra comunidad el agua está llegando a las primeras parcelas.