“Se pasó durante suprimer mandato echan-dola culpa de todo alos ‘agujeros negros’ delos socialistas”No se me ocurre otra forma más gráfica de expresar la sin par indecencia de este gobierno en lo que a asumir responsabilidades se refiere. O mejor dicho, a la hora de echar balones fuera, porque es exactamente lo que permanentemente viene haciendo. Se pasó la legislatura entera de su primer mandato echando la culpa de todo a los “agujeros negros ” de los socialistas ya la herencia de los distintos gobiernos de Felipe González. Ese argumento ya no colaba una segunda legislatura, sobre todo cuando ya se llevan 6 años gobernando y ahora la culpa de todo la tienen los otros. Ya no somos los socialistas los únicos o principales culpables de sus propios errores de caballo, sino que han extendido su círculo de responsables a los países y territorios vecinos. De esta forma vemos como la culpa de la inmigración ilegal, además de ser consecuencia de la nefasta Ley de Inmigración de los anteriores gobiernos socialistas, por cierto derogada hace tiempo por dos nuevas leyes del Partido Popular, la tienen también en gran medida, según ellos, nuestros vecinos del Reino de Marruecos. Que no digo yo que no tengan parte de la culpa por no luchar de una manera más contundente contra que su propia gente y otros muertos de hambre que atraviesan su territorio para buscar el pan y la sal en España, se jueguen la vida embarcándose (por llamarlo de alguna manera) en pateras. Pero de ahí a que el propio Reino de Marruecos poco menos que incentive o pague el viaje a sus ciudadanos para que se vengan, va un trecho. Y en todo caso, la manera de conseguir la colaboración de este país para evitar de una manera conjunta esos movimientos migratorios ilegales y carentes de las mínimas garantías para la vida, no creo yo que sea a base de romper las relaciones diplomáticas con el mismo, ni de responsabilizarle de los males de nuestro país y, mucho menos, de entablar un conflicto internacional en toda regla por un palmo de tierra llamado perejil. Pues bien, el denodado intento de responsabilizar de la catástrofe ecológica de cierta magnitud desencadenada por el accidente del petrolero Prestige, a la colonia de Gibraltar, escenificado hasta por el propio Presidente del Gobierno, ya raya con la esquizofrenia. Hasta que el propio Primer Ministro gibraltareño, Petter Caruana, viéndose venir la tostada, se apresuró a desmentir públicamente en vivo yen directo a través de una llamada telefónica a una cadena española de televisión de gran audiencia, de la que casualmente fui “tele testigo ”, lo que aseguraban nuestros responsables políticos de que dicho petrolero se dirigía al puerto de Gibraltar.Desmentido que corroboraba con posterioridad el propio Gobierno Británico. Y en cualquier caso, para mí, su destino carece de importancia a la hora de enjuiciar las terribles consecuencias, en mi opinión derivadas de un cúmulo de errores cometidos por nuestro propio Gobierno en el tratamiento del suceso. En estos momentos, según se desprende de las declaraciones del Vicepresidente Primero, Sr. Rajoy, los responsables se buscan, endulzándolo con mucha azúcar, entre los expertos que parece aconsejaron al Gobierno ordenar “el destierro del buque ”fuera de nuestras aguas jurisdiccionales, en la teoría, según parece, de que si el barco se hundía en alta mar, la catástrofe ecológica, finalmente producida, no se produciría. Para mí, que no entiendo ni palabra de oceanografía, como pueden suponer, esta solución me suena mucho más a la política a la que nos tiene acostumbrados el gobierno, de sacar fuera de nuestro territorio los problemas. Sobre todo, después de escuchar a algún pescador, a través de la televisión, diciendo que el problema se podría haber circunscrito a una pequeña zona en cualquier puerto, en lugar de generalizarlo para prácticamente toda la costa, como desgraciadamente ha sucedido al final. Esto es revelador de una terrible irresponsabilidad, que empieza a ser una característica de este gobierno.