Esta semana la página de Crónicas moralas la he titulado Una muerte anunciada... Después de muchos días de un descanso obligado por la gripe hoy no puedo dejar de pasar por alto la noticia de mi cese, pues aunque esperada, a muchos moralos les ha sorprendido. Estas cosas nos pasan porque no queremos ver que todo lo que nace muere y todo lo que tiene principio también tiene fin. Las flores se marchitan, el amor se olvida y la amistad... Una buena amistad yo pensaba que podía sobrevivir, pero no, también muere. A veces sin saber por qué pasan estas cosas, otras veces tiene una explicación que no acertamos a comprender. Dice el alcalde moralo que ha perdido la confianza en ángela Miguel y yo como siempre me pregunto: ¿es tan espesa la venda que le pusieron hace un tiempo como para no dejarle ver una sencilla realidad? Cuantas veces este alcalde llamó a mi puerta y siempre que necesitó a mi familia le ayudamos, cuantos buenos ratos hemos pasado juntos, en las comuniones de nuestros hijos; en las bodas y en muchos acontecimientos más; en cacerías de aquellas de hace ¿cuánto tiempo? cuarenta años...En las tiradas de pichón o al plato, cuantos familiares hemos dejado en el camino...quizá demasiados.SIN NINGúN PROBLEMAYa somos mayores y podemos ver la realidad, no lo que otras personas quieran hacernos ver y por eso me pregunto si se habrá parado el alcalde a pensar desde cuando ángela Miguel es indisciplinada, desde cuando es rebelde y por qué. Si lo hace puede que encuentre la respuesta adecuada. él sabe igual que yo que ni por su parte ni por la mía hemos tenido ningún problema grave.Los moralos muchos opinan que puede haber una tercera persona, pero ¿tanta fuerza tendría o tiene esa tercera persona como para borrar de un plumazo todos los buenos recuerdos de antaño de una larga amistad?Me parece que estamos matando lo bello, tan solo una cosa parece primar hoy: el poder y el dinero ¡Qué lástima porque para mí eso no tiene ningún valor! ¡Qué hermoso es cuando miro hacia atrás y veo a mis vecinos cosiendo en el barrio y que bonito recordar a mis amigas jugando a los cacharritos en el Jardinillo o los niños cogiendo moreras en la plaza de la Polémica.El amor a los demás hoy no vale la pena. ¡No! no me voy a marchar, el que Mateos haya perdido la confianza en mí no me dice nada, para que yo deje de trabajar, me ha quitado Festejos, me ha quitado Educación, pero tengo tantas cosas en las que ocupar mi tiempo, tengo a los niños de catequesis, estoy en la asociación de mi barrio, soy presidenta de Raíces Moralas, tengo previsto organizar un viaje cultural para el mes de mayo a Egipto, cofradías y tengo dos niños a los que adorar que son mi vida, Eduardo y Rocío.Me pongo a disposición de los moralos que me necesiten. Seguiré siendo como muchos de vosotros me llamáis "la concejala morala de la gente de a pie".Si no tengo un despacho en el ayuntamiento o en la casa de Cultura, lo tengo en mi casa y sino sabéis bien donde encontrarme. SEGUIR TRABAJANDOMe elegistéis concejala y si Dios quiere tengo mucho que hacer por mi familia y por vosotros. Si al alcalde algún día se le cae la venda de los ojos se dará cuenta de que nunca debió perder la confianza en ángela Miguel y mañana será muy tarde.La vida sigue y no está en mi ánimo sentarme a pensar, si no todo lo contrario; estaré en todos los eventos que vosotros queráis y seguiré en la lucha con un trabajo serio y honesto.El tiempo, que deja y quita razones, nos dirá la verdad de lo que está pasando; hoy y lo que le queda por ver al pueblo moralo. Ustedes verán quién tuvo razón.