Con salud terminamos este año 2002 porque el sorteo de Navidad no dejó ningún premio importante en Navalmoral, aunque sí lo hizo en la vecina Talayuela, donde la suerte quiso repartir más de cien millones de pesetas de las de antes. Así que a los de Navalmoral la lotería, como dice la sabiduría popular nos dejó salud, que es el consuelo de los que no terminan el año con el monedero más abultado. Llega un tiempo de balances, de análisis y reflexiones, de proyectos y nuevos retos, de querer cambiar no sólo de calendario, sino de hábitos, de costumbres, de soñar para los próximos 365 días con todo aquello que deseemos. De hacer recuentos y poder recapacitar sobre todo aquello que al final del año nos ha dejado un sabor amargo. Llega un tiempo para estrenar y dejamos atrás lo malo que vivimos durante los días pasados, con la esperanza de que no se vuelva a repetir, aunque año tras año tengamos el mismo deseo, pero un año más viejos. Llega el 2003 y les deseamos felicidad para este tiempo que está por vivir. ¡Feliz 2003!