Siempre escuché a mis mayores que unos días antes del 2 de febrero preparaban su toquilla de pelo cabra, así la llamaban, la sacaban del baúl, aquellos baúles a los que llamaban mundo con un gran olor a bolas de naftalina para que no se picaran sus hermosas prendas, su pañoleta color rosa, su tembladera o galápago y su síguemepollo.La falda tenía que ser negra y su blusa de color muy vivo para que destacara del color marfil de la toquilla, el mandil lo he visto de varias maneras y de varios colores, los había bordados o con vainicas y también alguno con pequeñas tablas, como remate algunos tenían una puntilla. Un buen moño y zapatos negros completaban el atuendo; las toquillas llevaban tres pliegues quedando uno de los picos atrás, y otros dos, con los que bien se ataban o se sujetaban con unos imperdibles grandes. Y con todo esto salían nuestras bellas mujeres al baile.EL ARTE DE VESTIRSEEn Navalmoral de la Mata ha habido mujeres que ponían estos trajes con mucho arte, no he olvidado a tu madre, Nieves, que al morir la mía, que para ella, como buena morala, era como una ceremonia el vestirme, era la tuya quien me ponía la toquilla. Al igual que ellas todavía, hoy quedan de esas personas que disfrutan poniendo este traje. Las dobleces para que te siente bien la toquilla o pañuelo, tienen que estar bien hechas y llevar las cosas acorde, como fueron antaño y entonces veremos una mujer bien vestida y no de cualquier manera.Pues bien, como os decía desde el día 2 de febrero nuestras moralas se ponían supongo, lo que cada una tenía. Había varias clases de pañuelos: teníamos el de tres cenefas, el de cien colores, el pañuelo de palma, el de pavo que lo he visto en verdoso, pero el mío es marrón con los pavos plateados, el de manta. El mantón de manila con preciosos bordados y de varios colores, los había en negro para las personas que tenían que vestir de luto y también los había en color marfil y muchos colores más. Una costumbre morala, ya lo dije en otra ocasión, era regalar las suegras a las novias de los hijos un pañuelo para que lo lucieran el día de la boda, según la posición que tenían era de mejor calidad o mejor prenda, yo conservo el que regalaron a mi abuela hace más de ochenta años. Nuestro traje es una preciosidad y es una pena que no nos lo pongamos más veces. Solían llevar tres moños, uno atrás y otro a cada lado, las mujeres antiguamente los llamaban rizos, cada cual se pondría los pañuelos y mantones a su antojo, lo que yo os cuento está centrado en dos familias que eran los Hidalgo y los Marcos. El domingo, desde siempre se ha llamado domingo gordo y este día se ponían el mantón de Manila, aunque también el martes debía ser grande y posiblemente se lo volverían a poner, pues el mantón de Manila se le consideraba de lujo aunque el de cien colores era muy nuestro, debía ser más de diario, como los demás. Tenemos que decir que en tiempos mucho más lejanos las artesanas usaban los refajos y los pañuelos a diario, nosotros cedimos fotos para una exposición de aproximadamente 100 ó 125 años de estas mujeres en faenas de la casa, si a alguien le interesa, se las podemos enseñar. Otro detalle muy interesante es que en el baile del Rosneo ya se daba un premio al mejor traje moralo y en el Casino también lo tenían por costumbre. Más tarde la asociación de amas de casa también lo hizo y el ayuntamiento también lo ha hecho varios años. CANDELASLas Candelas no sólo es hermoso por el comienzo de nuestra fiesta grande, ese día muchos niños fueron por primera vez a misa, sus madres se los ofrecieron a la Virgen; en las dos parroquias se dio misa. Es una costumbre muy antigua, hay que estar muy atentos para ver cómo entran las velas de la Virgen, pues si entran encendidas el invierno está fuera, si no es así, seguiremos con él, así lo dice el refrán y los refranes son muy ciertos. Pasó el día 3 de febrero, San Blas, y recogimos los cordones para ponerlos en nuestras gargantas y que nos protejan de estos fríos del invierno.