Calor y juventud conspiraron a dúo para acompañar el sábado, en la plaza de Rafael Medina, a los grupos que se disputaban, a golpe de batería, el privilegio de ser los teloneros de Fito. En la noche de contrastes que se preparaba, el público, aún frío, calentaba vasos contra prerrogativas municipales y, con el permiso de la autoridad, Mentes D'Mentes asaltaba el escenario con gorras, micros y rimas. Sorprendente hip hop moralo de letras claras que hablan tan pronto de la paz como del sugerente gusto por la botánica. Insistentes, frases directas hasta el ripio y brazos en alto, acercaron la noche hasta la plaza y abrieron boca, rompiendo el hielo para lo sucesivo, que sería variado.Así, el atardecer se desgarró en las guitarras de Akoustik Pollution hasta hacerse noche descarnada de su rock agresivo, violento, sucio, y de sus letras ininteligibles que suplieron con expresividad contagiosa en el escenario sufridor de su desasosiego. Nadie les veía como teloneros de Fito pero, pese a todo, no escatimaron energía en su apasionada actuación.El público aumentó su número y sus ánimos, aunque no la media de edad que permaneció durante toda la velada en unos niveles de insultante adolescencia mientras el jurado, a lo suyo, anotaba impresiones y se afanaba, más sonriente ya, atendiendo a los acordes de Crítico Cero que se había colgado las guitarras. El rock se sosegó un poco más entre sus manos, se hizo dúctil y flexible sin perder fuerza en cada solo, en cada punteo. Su buena conexión con los espectadores anunciaba que nos encontrábamos ante un posible ganador, pero Punto Muerto, en justo duelo, les arrebataría la victoria.El sexteto de Tiétar enfrentó con estoicismo ciertas dificultades de coordinación a la hora de afrontar su primer tema.Hacían honor a su nombre y empezaban en punto muerto para ir calentando motores a la vez que se metían al público en el bolsillo. MÚSICA FUSIÓN Su rock fusionado con aires flamencos, árabes o caribeños, tomaba color del saxo, los teclados y los timbales, instrumentos poco habituales en este tipo de grupos locales. La personalidad de su música pronto caló entre los asistentes que no pudieron evitar moverse al compás de sus ritmos cada vez con más ganas hasta alcanzar puntos álgidos como la interpretación de una versión de Mala Vida de Mano Negra. Sonaban a grupo ganador por aclamación popular y el jurado estuvo de acuerdo. Al finalizar su actuación se comunicaba su victoria y, con buen sabor de boca, emplazaban al público para escucharles esta noche.