Una mirada crítica al poder y al capitalismo más feroz. Esto es lo que propone el Museo Reina Sofía con la exposición Ficciones y territorios. Arte para pensar la nueva razón del mundo, en la que, a partir desde ayer, da a conocer una selección de sus fondos y de sus últimas adquisiciones, de corte muy contemporáneo.

La muestra reúne a 50 artistas internacionales, 15 de ellos españoles, y en su mayoría latinoamericanos, y se compone de piezas hechas en lenguajes modernos, vídeo, performance, películas, fotografía, danza, o montajes que trazan una relectura sobre la década de los 90 tras las caída del muro de Berlín y la explosión del neoliberalismo económico.

«Se trata de ensayos de unos artistas que se caracterizan por pasar de un medio a otro, por su transversalidad, teatralidad, por lo performativo, y la globalización con la realidad política actual», explicó el director del Museo Manuel Borja-Villel.

La desigualdad en la ciudad, el fin de la ciudad-Estado, la hegemonía de una cultura que acaba siendo en todos los sitios similares sin capacidad de diversidad, el feminismo, el tema de género o transexualidad, el tema del otro, las casas y el territorio, los trabajadores, la arquitectura o la reinterpretación de textos, son algunos de los temas de la muestra, en las que presenta cómo los artistas han reaccionado ante los problemas de la sociedad.

Comienza con el tema Globalización y territorio, en una sala que se inicia con un ensayo fílmico de Allan Sekula, titulado The Lottery of the Sea (La lotería del mar) sobre el mar como un mercado del que se benefician unos y también como el único lugar como medio de supervivencia para otros. Ahí también está la obra de Zoe Leonar Analógico, con 25 capítulos de fotografías que hablan de los cambios sucedidos en la industria textil en Nueva York.

Territorio no gobernados, sobre campos de refugiados y otras fronteras; La ciudad ‘otra’, que recoge los años de las políticas neoliberales en España de 1996 y 2004; El trabajo y la plata, con dos proyectos de un colectivo de artistas argentinos que estudian la crisis de Argentina de 2001, y Políticas de lo diverso, donde diferentes artistas hacen una relectura de la modernidad como proyecto inseparable del periodo colonial, conforman esta muestra.

La exposición concluye con el cuestionamiento de los lenguajes de la arquitectura moderna y su «abrazo a lo tecnológico» y con Vidas imaginarias que muestra cómo un grupo de artistas que trabajan con citas, reescrituras y apropiación de materiales y textos. H