La pérdida de espectadores que durante el 2004 ha sufrido el cine español --en torno a los tres millones y medio-- ha puesto a la Academia, que preside Mercedes Sampietro, ante una necesaria reflexión sobre las causas y las medidas necesarias para recuperar al público fugado de las salas.

Las precariedad de las ayudas, los problemas de distribución y la imposibilidad de luchar contra el "espectáculo" que ofrece la cinematografía norteamericana, son algunas causas de la debilidad de la industria española. Pero los datos de algunas encuestas que manejan los productores son escalofriantes: más del 50% de los espectadores no ven cine español por el hecho de ser español.