Parecía una criatura bendecida por los dioses del pop: voz bella, carrocería sexy y aptitudes para alimentar la máquina global de hits. Así fue en su época dorada, a caballo de los años 80 y los primeros 90, cuando George Michael escenificó la peripecia del juguete comercial que toma las riendas de su destino y se lleva la vida por delante. Trayectoria que le asentó como estrella aunque algunos detalles se le escaparan de las manos, y que se interrumpió este día de Navidad con su muerte, a los 53 años en su casa de Goring-on-Thames (Reino Unido), de un fallo cardiaco cuyas causas no han sido reveladas.

George Michael pasó de ídolo de fans a artista con recorrido, si bien en lo que llevamos de siglo XXI solo había publicado un disco con material original, Patience (2004), y sus aisladas giras tendían a mostrarle como el crooner elegante que tira de su maquinaria de éxitos.

TRÓPICO IBICENCO / Todavía no había cumplido los 20 años cuando Wham!, el dúo que formó con Andrew Ridgeley, amigo de la escuela, consiguió su primer éxito con Young guns (go for it!), a golpe de funk y sintetizadores ligeros. Nacido en Londres el 25 de junio de 1963, hijo de un grecochipriota y una inglesa (su nombre real era Georgios Kyriacos Panayiotou), había ejercido de discjockey. Pero con Wham! todo se desbordó y su primer disco, Fantastic (1983), lanzado por un sello independiente, Inner Vision, suministró hits como Club Tropicana, cuyo videoclip no se grabó en el Caribe, sino en Ibiza.

Fue el segundo, Make it big (1984), que, tras un conflicto con su discográfica, situó al dúo en la multinacional CBS (la actual Sony Music), el que convirtió a Wham! en carne de portada de revista teenager a lomos de los éxitos Wake me up before you go-go y Freedom, ambos compuestos por George Michael, y la balada Careless whisper.

En la Navidad de 1984 participó a título individual en la canción benéfica Do they know it’s Christmas? (número uno en el Reino Unido, un puesto por delante de Last Christmas, de Wham!). En aquel año 1985, Wham! se convirtió en el primer artista pop occidental que actuó en China.

EL FENÓMENO ‘FAITH’ / El George Michael solista dio un paso al frente con I knew you were waiting (for me), dúo con Aretha Franklin, en 1987. Pocos meses después, I want your sex y el disco Faith elevaban la temperatura. Su disco de mayor éxito: 25 millones de ejemplares.

Uno de los clichés del pop, el del artista que reconoce haber sucumbido al éxito ligero, acaso manipulado por la industria, y pide respeto hacia su identidad adulta, se escenificó con el, por otra parte, notable Listen without prejudice, vol. 1 (1990), un trabajo rico en baladas y medios tiempos recogidos, aunque su momento más popular terminaría siendo el arrollador Freedom! ‘90. Vinieron tiempos convulsos, con batallas legales con Sony y acercamientos a Queen.

Cuando volvió, ya en 1996 y de la mano de Virgin, con Older, se mostró asentado en aquel registro introspectivo, transmisor de una idea de madurez. El disco tuvo un buen resultado comercial en Europa, pero marcó el inicio de su desconexión con el público norteamericano. Dos años después era noticia pal ser detenido por «realizar actos lascivos» en unos lavabos públicos de Los Ángeles, incidente que reflejó con humor, aprovechándolo para proclamar su homosexualidad.

Un trabajo de versiones, Songs from the last century (1999), y el agradable, Patience, de nuevo en las filas de la discográfica Sony, precedió a su regreso a los escenarios en el 2006, tras 15 años de ausencia.

Hace dos semanas se anunció que el productor Naughty Boy, estaba trabajando con él en un nuevo disco. Noticia musical tras algunos años en que su nombre iba asociado a curas de desintoxicación de drogas y alcohol. Como Michael Jackson (fallecido a los 50 años) y Prince (57), George Michael no pudo librarse del lado oscuro y autodestructivo que lleva incorporada la estrella pop.