Seis meses en el cargo, y entre tanto, una pandemia. El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, tiene por delante el reto de sacar a flote a dos sectores clave para el país, que se encuentran muy mermados por la crisis económica que ha ocasionado el coronavirus. El a su vez profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Carlos III, estuvo el pasado miércoles en Mérida, junto a los Reyes de España, para asistir a la inauguración del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, mostrando así su apoyo al sector cultural.

-¿Qué tal fue la experiencia en el festival de teatro clásico?

-Todo fue perfecto para una noche maravillosa en Mérida. La presencia de los Reyes era muy importante para el festival, para Mérida y para Extremadura. También lo era por ser uno de los primeros festivales que retomamos después de la pandemia, para trasladar un mensaje de la cultura segura, de que se pueden hacer actos culturales con todo el cuidado. La obra fue magnífica, con una interpretación interesante de ‘Antígona’, de Sófocles.

-En algunos momentos se vieron aglomeraciones, ¿hay que seguir mejorando en las medidas de distanciamiento social?

-Claro que sí. Una de las enseñanzas de esta crisis sanitaria es que nos obliga todos los días, a los poderes públicos, pero también a los ciudadanos individualmente, a hacer un ejercicio de responsabilidad. Es verdad que puede haber una tendencia natural a relajarse, pero esta deba corregirse siempre que podamos.

-¿Cuál es la prioridad para sacar adelante al sector cultural y deportivo tras la crisis?

-Los meses del confinamiento han supuesto una situación muy complicada, singularmente para la cultura y el deporte, que dependen del público. La prioridad es que haya unos presupuestos dignos para la cultura y el deporte, porque es verdad que históricamente, sobre todo la cultura, no ha estado financiada como debería. Detrás de las industrias culturales y deportivas hay muchas empresas y personas, que deben tener también su compensación económica. Hay que crear riqueza y puestos de trabajo. Por tanto, ahora la prioridad es tener unos presupuestos que permitan satisfacer las necesidades de estos sectores, que son además palanca en dos sentidos, hacia el mundo, porque tenemos el potencial de la lengua de Cervantes, pero también hacia dentro, para recuperar la autoestima.

-En relación al real decreto-ley que se aprobó en mayo con medidas de apoyo al sector cultural, ¿en qué punto se encuentra?

-Fue convalidado por el Congreso de los Diputados y se está tramitando también como proyecto de ley, con lo cual va a ser enriquecido por los grupos. El decreto es muy completo y permite transitar durante estos meses en esta situación, pero lo que tenemos que hacer, sobre todo a la vuelta del verano, es poner en marcha todo los planes a medio y largo plazo. Está sobre la mesa el pacto de Estado por la cultura que he propuesto y la ley de patrimonio histórico, que hay que actualizar. También me parece fundamental culminar el estatuto del artista.

-En su opinión, ¿qué tiene que potenciar la región para recuperar la actividad cultural?

-Extremadura tiene todas las condiciones para reiniciar su actividad tras el parón obligado por la pandemia. Está bien la idea de vincular turismo y cultura, porque Extremadura es uno de esos lugares en los que uno puede disfrutar a la vez de un paisaje extraordinario, de una gastronomía excelente y de unas ciudades maravillosas con su patrimonio histórico. Ahora puede ser una oportunidad para que el resto de los españoles visiten Extremadura, en este contexto, que el turismo internacional está más frenado.

-Existe preocupación en el mundo taurino por la falta de ayudas, ¿qué hará en este sentido?

-El decreto de apoyo al sector cultural utiliza una expresión amplia, que es artistas de espectáculos públicos, y es verdad que existe alguna laguna en relación a los trabajadores del mundo del toro. Ahora tendremos la oportunidad de que vía enmienda se corrija esa laguna para ayudar a las personas que lo necesitan. Estamos hablando de trabajadores muy vulnerables, de gente muy sencilla del mundo de la tauromaquia, no de las estrellas y grandes toreros que no necesitan ninguna ayuda económica.

-¿Los toros son cultura?

-La tauromaquia forma parte del Ministerio de Cultura desde 2010 y tenemos leyes que la reconocen como patrimonio cultural. Tenemos que respetar la ley, a la tauromaquia como patrimonio cultural, pero también trabajar como sociedad civilizada en la máxima protección de los animales. Avanzar en la defensa del bienestar animal es una buena cosa.

-A nivel deportivo, ¿en qué materias va a centrar su gestión?

-En el ámbito del deporte hay que implementar la directiva vinculada con el dopaje, pensar una regulación de las profesiones deportivas a nivel nacional y, en última instancia, pensar también en una nueva ley del deporte.

-De cara a la próxima temporada, ¿qué protocolos de seguridad frente al covid-19 se van a aplicar en el deporte modesto?

-Los protocolos se hicieron pensado fundamentalmente en el fútbol y el baloncesto profesional y han funcionado bien, la prueba está en que las ligas se han podido celebrar, a pesar del último incidente del Fuenlabrada. Este caso concreto puede servir también para aprender a la hora de implementar esos protocolos en las ligas de la segunda división, en el deporte de base o en el universitario. Hay que seguir fortaleciendo el deporte base, universitario, femenino e inclusivo. Las grandes ligas de fútbol y baloncesto casi van solas por todo el apoyo mediático, pero el deporte femenino, de base y universitario necesitan una acción del Estado y esa es mi voluntad.

-¿Qué papel deben jugar el deporte y la cultura en la reconstrucción económica del país?

-En el Consejo de Ministros hay una conciencia plena de que la cultura y el deporte son fundamentales para el país. Tenemos que trabajar para protegerlos, reforzarlos y concienciar también a los ciudadanos de que el mundo de la cultura y el deporte son palancas que potencian a nuestro país, tanto desde el punto de vista económico como desde el prestigio internacional.