Entre Madrid y Abertura sus padres le inculcaron el amor por el teatro y le convirtieron en espectador desde niño. En un momento de impasse vital, Alberto Prados creó un blog para contar sus impresiones sobre lo que veía en los escenarios, y de ahí a su primera obra, el trabajo y el debut como director en espacios de teatro alternativo. El próximo 5 de diciembre da un triple salto con el estreno de sus segunda obra titulada Veneno para ratones, en el icónico teatro Lara.

<b>-¿El debut en el Teatro Lara de Madrid da vértigo?

</b>-Un poco, aunque más que vértigo es responsabilidad, porque es el paso del teatro alternativo a otro con más visibilidad. Esperemos que tenga buena acogida.

<b>-‘Veneno para ratones’ es su segundo proyecto de dirección teatral ¿qué tiene de especial?

</b>-Es una obra más madura, que habla de dramas y de algo más profundo y más inherente al ser humano. Habla de sentimientos universales.

<b>-¿Ahonda en el lado más sombríos del ser humano?</b>

-Justo eso. Como espectador y como autor me interesaba andar en esa parte menos visible; lo que no se dice, lo que hay de puertas para adentro... los submundos de cómo es el hombre.

-Su debut teatral, ‘Selfie’, también abordaba los lazos familiares ¿la familia como núcleo social es su inspiración?

-Es cierto, pero es algo más natural que buscado. Y creo que es porque la familia es al final un grupo del que no te puedes desprender fácilmente, aunque te alejes, siempre perteneces a ella. Esa dependencia hace que las historias tengan más fuerza.

<b>-¿Se siente un tipo con suerte o todo es fruto del trabajo?</b>

-Un poco las dos cosas. Trabajo mucho, mantengo mi empleo en una empresa de publicidad y destino mi tiempo libre a la escritura, la dirección y a la formación como director teatral… Pero también hay un factor de fortuna, porque he tenido la suerte de que los espacios escénicos se interesaron por las obras. Conseguimos entrar en La Pensión de las Pulgas, en Madrid, y al Lara hemos llegado porque su director vino a vernos allí en el último día de función y le gustó. Todo ha ido muy rápido. Hace cuatro días estaba escribiendo la primera obra y pensando en cómo la acogerían y estoy a punto de estrenar la segunda en el Lara.

<b>-Su vida parecía encauzada hacia la publicidad ¿el teatro se cruzó o siempre ha estado?

</b>-De algún modo siempre ha estado en mi vida, gracias a mis padres. Pero en un periodo en el que no tenía trabajo, decidí empezar a contar mis impresiones en un blog. Ahí se cruza el teatro de una forma mucho más profesional y otra perspectiva... Y al final todo acabó cruzándose y surgió la primera obra.

<b>-Parte de su infancia está ligada a Abertura, de donde procede su familia ¿qué recuerdos guarda?

</b>-Muchos, unidos al campo y la naturaleza. Había veranos en los que, hasta que llegaban mis amigos, acompañaba a una prima de mi abuela a dar de comer a los animales y a llevar a pastar a las vacas. Me enseñó mucho y me parece mentira que una mujer y un niño pequeño como yo, pudiéramos pasarnos horas hablando.

<b>-¿‘Veneno para Ratones’ recalará en Extremadura? ¿Hay alguna gira prevista?</b>

-Ojalá. Estamos enviando la propuesta y nos encantaría estar allí porque dos de los tres que integramos la compañía La Lirio Teatro somos extremeños.

<b>-¿Cómo ve el panorama teatral español?</b>

-Tenemos un talento inmenso, a nivel de Argentina o Inglaterra, grandes autores y de los mejores actores del mundo, pero tenemos varios baches, el principal, que en muchos sitios el teatro sigue siendo un tipo de ocio minoritario y que no se está inculcando bien desde la enseñanza. Algunos sectores de la política también la han maltratado, pero no creo que el tema político sea el único problema. Todos tenemos que hacernos mirar por qué el cine americano de usar y tirar se consume más que el teatro patrio y con enormes talentos.

<b>-¿La cultura debe contar con apoyo público? </b>

-Sí. La cultura nos hace más libres y las instituciones deben apoyarla, pero quizás haya que apoyar de una forma diferente. Hay que mirar qué tipos de ayudas se dan y a quién.

<b>-¿Dónde quisiera verse en una década?

</b>-Me encantaría que el teatro ocupara toda mi vida y mi tiempo. Pero no me quejo, me siento afortunado.