Fascinado por la cultura norteamericana, el cineasta francés Jean Luc Godard absorbe los códigos del cine de género y del arte pop y construye sobre ellos buena parte de su filmografía. Su debut como largometrajista es un filme negro: ´A bout de souffle´, con una de las estrellas emergentes de Hollywood, Jean Seberg (que murió pocos años después suicidada). Posteriormente rodó ´Le mepris´ (cine dentro del cine) y ´Alphaville´, un cruce de nuevo de cine negro y de ciencia ficción, que este viernes proyecta la Filmoteca de Extremadura en su sede de Cáceres (20.30). El filme remite, como no, a la tradición americana, a partir de la cual, subvierte su sentido y se lo apropia para construir un discurso sobre el poder y el control social. Aparece la figura del detective (Eddie Constantine), de la chica (Anna Karina), de un científico loco, de malvados... Pero el tratamiento de Godard, como en el resto de su cine, aparta esta película de todo sentimentalismo (como podía uno contemplar en ´Tener y no tener´, de Hawks). Nos encontramos en una sociedad (en realidad el París actual) de autómatas, donde el poder persigue a los ciudadanos que se rebelan. El detective intentará acabar con el científico creador de una máquina que controla la sociedad.