A los compradores de arte la crisis económica, real o no, no les afecta y por eso los galeristas presentes en Arco están "entre contentos y muy satisfechos" con las ventas que han hecho, según han revelado a Efe algunos de los 295 que exponen.

Aunque los datos oficiales se facilitarán hoy, la impresión es que esta feria, primera que se hace con un espacio remodelado, ha sido un éxito, aunque no podrían decir si tanto como la del año pasado, cuando se vendió un 15% más que en 2006.

Como ejemplo, en la de Helga de Alvear, que donado su colección a Cáceres, estaban "muy satisfechos" porque habían vendido 22 obras, entre 6.000 y 90.000 euros, pero "muy críticos" con los "criminales" servicios a los expositores y la "señalización": "hay gente que se va de la feria sin saber que hay una planta arriba", donde están Brasil y todos los programas comisariados. "No puedes dejar sola la galería y es muy difícil ir al baño o a tomar un café, porque encima hay unas colas impresionantes", se lamentaban sus responsables.