Javier Fernández de Molina es, además de pintor, un amante del flamenco y la literatura. Y de esta filiación ha dejado muestras de su creación artística, además de su propia producción. Con el cantaor Camarón de la Isla, del que fue amigo, o con el poeta y traductor extremeño Angel Campos, en libros como En la ciudad blanca , o realizando dibujos sobre El Quijote .