La cineasta y exministra de Cultura Angeles González Sinde ha sido la finalista con El buen hijo , una novela sobre un apocado hombre, metódico y organizado, que regenta junto con su madre una papelería y que de repente (y en parte gracias a la irrupción de una dependienta rumana) se plantea un cambio.

--Ha explicado explicó que había escrito esta novela en un estado de "recogimiento" tras dejar la política.

--¡De convalecencia! (ríe). He estado dedicada exclusivamente a la escritura. Esta novela, otra infantil, unos cuentos...

--Se ha dicho que el libro tenía una estructura cinematográfica, y que podría ser la base de un guion.

--Si le dices eso a cualquier guionista que ha escrito una novela le das el disgusto de su vida. Porque lo que quieres es hacer algo anticinematográfico, propio de la literatura. En el cine hace falta mucha trama, mucha peripecia; esta es una novela de pequeñas cosas; le faltaría trama y le sobraría introspección.

--Ayer se quedó helada cuando le cuestionaron el hecho de recibir un premio de un editor que pide mano dura con la piratería tras haber impulsado usted la llamada ley Sinde.

--Me quedé en shock. No estaba preparada. Me pareció como que volvía ese mundo de cuestionamiento que tuve al final de mi ministerio; muy frustrante, porque tú tuvieras tu versión, nunca calaba.

--¿Entiende ese nivel de enconamiento y resquemor?

--Es que internet es un espacio muy importante para la gente, donde sienten, equivocados o no, que es un espacio de libertad y verdad, cuando en realidad no lo es tanto. Es un tema muy difícil de debatir con calma y serenidad. Por otro lado, ahí había muchos intereses, que responden a quiénes financiaban a esas asociaciones. Hice lo que creía que debía y podía hacer en ese contexto, y que me hizo salir de esa experiencia de Gobierno muy magullada. Pero no me arrepiento.

--Ganadora y finalista. Cuando se habla de voces o literatura femeninas...

--Ya estoy vacunada.