El objetivo de una feria internacional de arte contemporáneo es vender y dar a conocer a sus artistas y eso es lo que han hecho las galerías que han participado en ARCO, que ha superado con buena nota una de sus ediciones más críticas con un aumento importante de ventas.

La situación económica y los desencuentros que se produjeron el pasado año entre los organizadores, el Instituto Ferial de Madrid (IFEMA) y los galeristas hacían que esta trigésima edición fuera un punto de inflexión en la trayectoria de ARCO de la mano de su nuevo director, Carlos Urroz.

BALANCE POSITIVO

Pocas horas antes de que se cierren su puertas, Urroz cree que se ha conseguido "un balance positivo, se ha vendido más que el año pasado, se ha contactado con comisarios internacionales y se han dado a conocer artistas".

De esta primera experiencia como responsable de la feria, Urroz ha podido comprobar "que las líneas que se han tomado este año han funcionado y el año que viene habrá que mejorarlas y desarrollarlas".