Cuando César Aira acabó de escribir Un episodio en la vida del pintor viajero comprobó con desagrado que le había salido una novela histórica, género del que abomina, así que decidió guardarla. El escritor desempolvó el manuscrito dos años después, cuando un editor le pidió con premura un texto, el que fuera, para ser publicado de inmediato. "Si hasta entonces había sacado 70 obras --recuerda--, no importaba otra más, buena o mala". El tiempo ha demostrado que la valoración del autor y la de sus lectores no coinciden: la novela se vende muy bien y es una de las más traducidas del escritor que, incluso, ha viajado a Barcelona para promocionarla.

Aira (Coronel Pringles, 1949), pintor conceptual, fabulador de imaginación portentosa, ensayista, traductor, novelista y autor de relatos más breves aún que sus breves novelas, comparte los elogios de la crítica con el reducido grupo de escritores argentinos contemporáneos que forman Alan Pauls, Ricardo Piglia y el recientemente desaparecido Juan José Saer. Aira acepta la etiqueta de vanguardista que le han colocado y se dice fiel a los ideales de la adolescencia --"la provocación"-- y a las primeras vanguardias que le quedan lejos, dadaísmo y surrealismo: "He quedado muy anacrónico".

Un episodio en la vida del pintor viajero (Mondadori) es un breve relato de poco más de 100 páginas que narra el accidente que sufrió Johan Moritz Rugendas (1802 - 1858), pintor e ilustrador que hizo la mayor parte de su trabajo en el continente americano, donde, influido por el naturalista Alexander von Humboldt, realizó miles de dibujos, acuarelas y óleos de vegetación, fauna y personas. La novela describe cómo un accidente sufrido por Rugendas en Mendoza, Argentina, alteró la vida del pintor e, incluso, su concepción del arte. La narración, no podía ser de otra manera, tiene el toque surrealista del autor, con una mezcla compleja de conceptos estéticos, sueños y hecho reales.

El autor asegura que la novela surgió por casualidad, tras leer la biografía y textos sobre Rugendas que relataban el accidente que le deformó el rostro.