Juan Eduardo Zúñiga, el escritor que hace música con las palabras, el artista del lenguaje, fue galardonado ayer a sus 87 años de edad con el premio Nacional de las Letras Españolas 2016, el galardón más importante tras el Premio Cervantes. Dotado con 40.000 euros, el jurado del premio que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte al conjunto de la obra literaria de un autor español, escrita en cualquiera de las cuatro lenguas oficiales del país, ha reconocido así toda «una vida dedicada a las letras».

Una vida «en la que ha sido un maestro tanto en el género del cuento, realista y fantástico, como en el ensayo literario y la traducción», según dice el acta del jurado. Y es que el escritor, traductor y crítico, nacido en Madrid en 1929, es uno de los autores más reconocidos en España, calificado como un «escritor de escritores», Zúñiga es un maestro del lenguaje, preciso y certero, un exquisito como señaló el escritor Manuel Longares.

«Tiene una obra exquisita no muy extensa y que no solo se dedica a la Guerra Civil. Este tema ocupa una parte importante con su trilogía pero tiene libros de fantasía, libros de creación muy personal y lindando con los fantástico y el surrealismo. En fin, la la obra de Juan es muy amplia y con muchos matices distintos», subrayó Longares, al tiempo que precisó que «por fin se ha impuesto la lógica literaria».

«Hablamos de una figura indiscutible de las letras españolas y un miembro de la generación de los 50 que ha seguido la línea heterodoxa frente a la línea predominante en el grupo y hoy por fin ha sido reconocida», recalcó Manuel Longares.

Firme defensor de la novela como reconstrucción de la memoria, Juan Eduardo Zúñiga es muy conocido por su trilogía de la Guerra Civil en Madrid que empezó con Largo noviembre en Madrid (1980) y completó con La tierra será un paraíso (1986) y Capital de la gloria (2003).

El autor madrileño estudió Bellas Artes y Filosofía y Letras, y se especializó en literaturas eslavas y en el siglo XIX español. Ha editado numerosos estudios y ensayos como especialista en literaturas eslavas, principalmente la rusa y la búlgara. Entre sus obras destaca una biografía de Turgueniev titulada Los imposibles afectos de Ivan Turgueniev (1977) y varios ensayos sobre escritores rusos como Chéjov, además de numerosos artículos acerca de la cultura búlgara. Su primer ensayo, titulado La historia de Bulgaria, lo elaboró en 1945. También ha traducido a importantes novelistas y poetas de los países del Este, y a autores portugueses entre los que destacan Urbano Tavares Rodrigues o Mario Dionisio.

En el 2003 finalizó su trilogía sobre Madrid y la Guerra Civil con la obra Capital de la gloria, un decálogo de relatos ambientados en los últimos días del Madrid republicano, con la que obtuvo el Premio de la Crítica de Narrativa en castellano y el Premio Salambó. En el 2010 publicó Brillan monedas oxidadas, una recopilación de relatos.