El escritor Bernardo Atxaga acaba de pasar diez meses en Estados Unidos, en Nevada, y allí ha encontrado la tranquilidad necesaria para terminar casi su nueva novela, Siete casas en Francia , una obra que refleja el lado monstruoso del ser humano, pero escrita "en tono cómico y grotesco".

"Esta novela no tiene nada que ver con lo que he escrito hasta ahora en prosa, ni con Obaba", ese territorio imaginario que durante años le ha servido para novelar el pasado y el presente del País Vasco, afirma Atxaga.

Acompañado por su familia, se fue hace un año a Estados Unidos, gracias a la beca William Douglass que da la Universidad de Reno. Y allí terminó esta novela ambientada en el Congo, en los primeros años del siglo XX, cuando esa parte de Africa era propiedad privada de Leopoldo II, rey de los belgas.

La obra está protagonizada por soldados belgas destacados en el Río Congo.

El fondo de su nueva novela "es monstruoso", pero está escrita "en tono frívolo", a medio camino "entre lo absurdo, lo siniestro y lo convencional", comenta Atxaga.