Los productores cine y el Gobierno firmaron ayer la paz. Al menos, en teoría. Tras meses de desencuentros, la comisión del cine --en la que la patronal comparte mesa junto a Cultura, Hacienda y Economía, entre otros ministerios-- anunció ayer un acuerdo que sienta las bases de la futura financiación del cine, un método que se empezará a aplicar, como pronto, en el 2015 y que todavía necesita el visto bueno de la primera fila del Ejecutivo, incluido el hueso más duro de roer, Cristóbal Montoro. La reducción del 21% del IVA para las entradas es una de las medidas estrella del acuerdo, que también aumenta del 18% al 25% (como mínimo) el porcentaje de deducción fiscal para todos aquellos que inviertan en cine. El pacto incluye incentivos para la digitalización de las salas (fundamental para su supervivencia) y un sistema mixto de ayudas directas e incentivos fiscales para la producción audiovisual.