Antonio Banderas no pierde sus raíces. Un año más, la estrella española que más triunfa en Hollywood volvió a su tierra para participar en las procesiones de Semana Santa. El actor y director, que acudió a Málaga con su mujer, Melanie Griffith, defendió esta vetusta tradición y la tildó de "fiesta antiglobalización". "Se trata de la identidad de un pueblo, de su personalidad. En ella nos mostramos un poquito como somos", declaró Banderas cuando se preparaba para salir, desde su parroquia, como uno de los mayordomos del trono de la Virgen de Lágrimas y Favores.

A SU FAMILIA LE ENCANTA El artista aseguró que a su mujer y al resto de su familia le "encantan" las procesiones y, en aras de dar a conocer a todo el mundo "este tipo de tradiciones tan hermosas y, en este caso, con tantísimos siglos", esta vez se ha traído al director de teatro David Leveaux, que lo dirigió en el musical Nine, en Nueva York.

Vestido con túnica y con la cara cubierta con un capillo, Banderas daba órdenes, amartillando una campana, para que 180 hombres pasearan el trono por las calles de la ciudad. "La Semana Santa tiene muchísimas lecturas. Algunos la viven en el ámbito puramente religioso y otros entienden la espiritualidad quizá un poco más separada de la religión. Para mí, las procesiones son importantes. Si no haces tuya la Semana Santa, te quedas fuera; es una cosa que ves como anacrónica. Solo se puede vivir esta fiesta si lo heredas y sabes juzgarlo en su justa medida", añadió el actor, y subrayó que la experiencia de que 35.000 personas vayan detrás de un Cristo como el Cautivo de Málaga, "proyecta muchísima energía".

El protagonista de La máscara del Zorro y director de Locos en Alabama aprovechó el momento para lanzar su pregón particular: "Las cofradías se tienen que implicar socialmente de forma muy fuerte y seria, cada una en sus barrios y atendiendo a los problemas específicos que existen. Ahí puede estar el futuro de la Semana Santa".

A su juicio, las cofradías son como "oenegés". "La Iglesia que a mí me interesa es la que ha estado al servicio de los pobres y de la gente necesitada", concluyó el intérprete malagueño, que anunció que el Jueves Santo será uno de los que saquen a hombros el trono de la Virgen de la Esperanza. "Probablemente será el último año que lo haga porque los huesos ya me crujen mucho bajo ese trono. La Esperanza pesa mucho", añadió Banderas.