El mundo es diverso, multicultural y tiene "infinitos puntos de vista", según Miquel Barceló, que ha trabajado con estas ideas en la decoración de la cúpula de la sede de la ONU en Ginebra, que ayer presentó en Madrid ya terminada, junto al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. La obra, que será inaugurada por los Reyes y el presidente del Gobierno el próximo día 18, representa un "mar agitado" o una "cueva" que puede ser mirada desde diferentes puntos sin que prime ninguno, como una "metáfora" del mundo en que vivimos, según el artista.

TUMBADO EN EL SUELO De vivos colores y con abundancia de estalactitas, la cúpula elipsoidal entronca con los trabajos del pintor mallorquín de principios del 2000, que pintó tumbado en el suelo y con la tela boca abajo. "Siempre pensé que debían ponerse en el techo, no en la pared", comentó ayer. El tiempo parece haberle dado la razón al ver su trabajo en Ginebra en el que reconoció hay una mezcla de performance y azar.