El filtro del celuloide todo lo convierte en magia, pero en los Oscar de este año buena parte de los filmes nominados empezaron su camino en la vida real. Cuatro de los diez títulos que aspiran a la estatuilla a mejor película se basan en personajes e historias reales; y ocho de los 20 intérpretes nominados en las cuatro categorías de actuación encarnan a gente de carne y hueso. Es una realidad que plantea retos distintos a los de la imaginación a directores, guionistas e intérpretes y, también, al público.

"Es más difícil, particularmente cuando los personajes no solo son reales, sino icónicos", ha sentenciado Tom Hooper, el director que ha llevado a la pantalla grande la historia de Jorge VI en El discurso del rey , y que ha confesado también su "agonía" ante las relaciones entre verdad histórica y estructura dramática. "Nadie va a tener problemas con un personaje de ficción. Pueden tener problemas con la película, pero nunca van a decir ´el personaje nunca haría esto´ porque es inventado. La responsabilidad con los reales es mayor".

Los actores conocen bien esa responsabilidad. Ha hablado de ella, por ejemplo, James Franco, que en 127 horas se pone en la piel de Aron Ralston, el joven que quedó atrapado por una roca en un cañón y tuvo que amputarse un brazo para sobrevivir. "Yo siempre siento responsabilidad con mis personajes, aunque sean de ficción, pero con los reales, esa responsabilidad es distinta", ha dicho el actor.

Son inmersiones en la realidad que suelen tener buena recepción en la Academia. Cinco de los diez actores protagonistas reconocidos en la última década y siete de las actrices se han llevado el oro encarnando a seres auténticos. Y dos de los diez últimos Oscar de guión adaptado se originaron en libros de no ficción. Hay casos, como el de La red social , donde el equipo creativo no ha tenidoacceso al núcleo central de la historia (el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, en el caso de la película de David Fincher. Y es algo por lo que da gracias Jesse Eisenberg, el actor que tuvo que darle vida y que solo lo conoció personalmente hace unas semanas, cuando Zuckerberg accedió a aparecer con él en Saturday Night Live . "Siempre es mejor no tener a la persona que retratas en el set. Y tu compromiso debe ir hacia la creación de un personaje", dice.

En otras ocasiones, sin embargo, hay algo más que acceso a los personajes reales. Mark Whalberg es amigo personal de Micky Ward, el boxeador de The fighter , desde que tiene 18 años y tanto él como Christian Bale, Melissa Leo y Amy Adams pudieron beber de la fuente original. "Según como lo mires puede ser un regalo o una maldición, pero para mi fue un regalo --explica Adams, que interpreta a Charlene, novia de Ward--. (Al conocerla) pude captar un sentido de su energía, sus intenciones, su personalidad, sus formas...".

Adams da en uno de los clavos de esta cuestión: por más que los cineastas que eligen historias basadas en hechos reales tienen un punto de partida, lo que acaban haciendo es elegir, descartar, buscar, inventar, interpretar... En definitiva, crean, hacen cine, magia.