TLtlegó el penúltimo episodio de la frívola pero también estimulante temporada de premios. ¿Qué diablo es eso?, preguntarán los menos avezados. Pues, grosso modo, es el periodo marcado entre octubre y febrero en el que los diferentes gremios, asociaciones y sociedades críticas estadounidenses galardonan lo más granado del año, siempre con la mira puesta en los archiconocidos Oscar --estos no necesitan explicación alguna, todos hemos tenido uno polvoriento en la repisa--. Huelga decir que las preciadas estatuillas doradas son el mayor invento del marketing cinematográfico de la Historia; un San Valentín o San Pancracio cacereño en toda regla, que sirven para vender en la previa y, sobre todo, tras el resultado final. ¿Cuántos dvd o blu-ray han comprado ustedes gracias al mítico encabezado de Nominado a 4 Oscars? Es casi tan efectivo el mensaje como el de "Basado en un hecho real". Fuegos de artificio para amantes de la sobremesa. Este jueves llegó el ansiado momento en el que conocíamos a los candidatos. Y siendo objetivos, y dejando las clásicas quejas a un lado del abajo firmante, promete ser muy emocionante. Primero, porque la favorita, Spotlight, drama periodístico sobre unos casos de pederastia eclesiástica en el Boston de los 70, no lo es tal. Segundo, porque hay un dark horse, con los rostros de Iñárritu y DiCaprio en el dorso, titulado El renacido que promete dejar huella no únicamente en el público. Tercero, porque por primera vez una cinta popular, como es Mad Max: Furia en la carretera, asegura dar algún susto que otro a los siempre ortodoxos contendientes. Pese a la parafernalia, siempre gana el cine. No pierdan la pista, es su guía para el próximo semestre.