Los seguidores de Rozalén se han acostumbrado a ver a la cantante junto a su amiga Bea, Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos que se pone a su lado en los conciertos para acercar su música a quienes las canciones les entran por los ojos. Lo que podía parecer raro cuando empezaron ya es tan habitual que ahora la ausencia de Romero resultaría extraña. Su compenetración es brutal y ha ido a más desde que lanzaran su primer videoclip en el 2012. Lo demuestran en el vídeo de 'Aves enjauladas', del nuevo disco de Rozalén 'El árbol y el bosque' que grabaron este pasado jueves para EL PERIÓDICO y que acompaña esta entrevista.

¿Tiene familiares sordos?

No, pero siempre me ha interesado su forma de comunicarse desde que lo descubrí en el colegio, donde había un grupo de personas sordas. Aluciné con su idioma, me pareció la lengua más bonita del mundo. Siempre fui muy tímida pero también muy observadora y expresiva, así que me acerqué a ellos para aprender. Después estudié lengua de signos y trabajé como intérprete en un un centro educativo de Castilla-La Mancha.

Era impensable hace 10 años pensar en traducir canciones desde un escenario...

Ahora nadie se sorprende al verme en escena. Y cada vez más gente se anima más a hacer cosas similares en el mundo del ocio y de la educación. Los conciertos de Rozalén han dado mucha visibilidad a la comunidad sorda y a su cultura. Aunque parezca natural, no surge naturalmente esa traslación de las palabras y sentimientos. Son lenguas visuales y has de estudiar tanto la expresión de la persona a la que signas como el contenido de sus canciones para transmitir al máximo los sentimientos e ideas implícitos en cada tema.

Han pasado cosas muy bonitas en los conciertos fruto de esa inclusión. ¿Cuáles recuerda?

Hay un montón! En Alicante un matrimonio sordo mayor vino con su hija. Les gustó porque era de las pocas actividades de ocio juntos que podían compartir. En este sentido, también vienen a Rozalén muchas parejas en la que uno de los dos es sordo. En Alcalá de Henares, hasta hubo una pedida de mano en el concierto. También vienen muchos niños sordos con padres oyentes pues la mayoría nacen en familias oyentes.

¿Palabras o sentimientos? ¿Qué pesa más a la hora de signar canciones?

En el mensaje prima el contenido pero a veces la palabra es crucial, y otras, lo es la forma. Depende de cada tema. Lo importante es entender bien qué quiere decir el artista. Por suerte, al ser amiga de María no solo sé qué dicen sus canciones, también sus gestos. Los intento asimilar porque quiero transmitir algo de su esencia como persona, porque también forma parte del mensaje. La música, la estructura de la canción... todo cuenta a la hora de hacer una interpretación fiel. Va más allá de las palabras.

¿Por qué tantos signantes le temen a signar canciones? ¿Tan críticos son en la comunidad sorda?

En general siempre hay crítica en todo lo que tiene que ver con la interpretación en lengua de signos. Pero la crítica al final siempre viene bien para corregir cosas que se te pueden haber escapado. Yo misma he recibido algunas críticas que duelen un poco. Pero de todo se aprende. Es una responsabilidad. Si no tienes la formación adecuada y te lanzas, puedes sufrir.

¿Qué siente cuando traduce a María en un concierto?

Noto que soy como una prolongación de ella para transmitir lo que canta. Es muy especial y muy fuerte esa sensación de ver entre el público a la gente que a veces canta también con las manos y me hacen el espejo. Es muy bonito. He visto a sordos emocionarse porque sentían la música como si la estuvieran escuchando. También me gusta que lo disfruten los oyentes, que mi presencia les haga pensar en la lengua de signos e interesarse por ella.

¿Intentan que las personas sordas ocupen las primeras filas?

Lo intentamos cuando es posible, a través de una venta preferente. Lo suyo sería que las salas tuvieran una zona para ellos igual que la tienen para personas con movilidad reducida. Las personas con pérdida auditiva deben estar cerca del escenario, no solo para sentir las vibraciones sino sobre todo para ver la expresión facial del artista e intérprete de lengua de signos, si hay. Quizá no oigan todo lo que ocurre pero lo pueden ver. Es su forma de escuchar.