Esquilmados sus archivos sonoros, los Beatles han decidido cambiar de estrategia para seguir siendo el grupo de rock más rentable de la historia. A tenor de las últimas decisiones de Apple Corps Ltd., la empresa que controla el imperio creado por los cuatro de Liverpool, la explotación de su legado estará más vinculada en el futuro al teatro y al cine que a la propia industria del disco. Un montaje circense y una película, ambos a partir de la música del grupo, son la avanzadilla de lo que vendrá.

El ambicioso contrato firmado recientemente por Cirque du Soleil con los supervivientes del grupo --Paul McCartney y Ringo Starr-- y sus herederos --Yoko Ono y Olivia Harrison-- es el paso más elocuente en esta nueva dirección. La empresa circense de Canadá estrenará en el 2006 Le Beatles show, un espectacular montaje en Las Vegas basado en el cancionero y el universo de los Beatles. "Uniremos la magia del Cirque con el espíritu de los Beatles para crear una forma de entretenimiento única y sencilla. Ellos hicieron con palabras lo que nosotros hacemos con imágenes", resume Guy Laliberte, el equilibrista franco-canadiense que fundó el Cirque du Soleil en 1984. Londres, Nueva York y Tokio ya pujan por el espectáculo. La participación de Paul y Ringo se limitará a la recogida de royalties, pero el productor del grupo, George Martin, será el director musical. "Estoy emocionado de volver a trabajar con los Beatles en algo único y mágico". Para McCartney, se trata de un proyecto "ilusionante y muy creativo". Ringo tampoco cabe en sí: "Los Beatles, Cirque du Soleil, Las Vegas... ¿Qué más se puede pedir? Espero con impaciencia la primera función". Hasta Yoko parece entregada: "Es un cóctel excelente: la agilidad mental de los Beatles y la agilidad corporal del Cirque".

La persona más feliz es la viuda de Harrison. "La creatividad de los Beatles y del Cirque du Soleil producirá un momento extraordinario en el tiempo", afirmó Olivia Arias, quien recordó que su marido inició las negociaciones en sus últimos años de vida.

Laliberte y Harrison se conocieron hace 10 años en el Gran Premio de Montreal. "Hicimos una fiesta, llegó George y los artistas del Cirque lo animaron a ver uno de sus montajes", ha contado Daniel Lamarre, presidente del emporio circense.