El Teatro López de Ayala, de Badajoz, se llenó anoche para escuchar al pianista cubano Bebo Valdés con su hijo Chucho y la cantante Farah María, en un concierto que hoy se podrá saborear en el Auditorio de Cáceres. Si la presencia del pianista de 87 años --a quien llamaban el "último pirata del Caribe" y caballón , como dijo él mismo-- impresiona por su genio y amabilidad, verlo con su hijo Chucho, a quien inició en la música, supone un acontecimiento dentro y fuera del escenario.

Bebo Valdés conoció ayer a Farah María, pero no así Chucho Valdés, que la acompañó en el inicio de las carreras de ambos y cuando le pidió que tocara con ella en Extremadura, suspendió otros compromisos para estar con su amiga en una parte del concierto interpretando boleros. También lo haría con su padre Bebo, que ayer tocó con su cuarteto en el López de Ayala, de la misma manera que lo harán hoy en la capital cacereña.

EL CINE El pianista cubano, que alcanzó el éxito a raíz de la película de Fernando Trueba Calle 54 y sobre todo del disco Lágrimas negras , junto al cantaor El Cigala, contó ayer en la capital pacense que lleva "haciendo música toda la vida, pero no llegó el éxito hasta entonces", y cuando llegó, la culpa fue de Trueba, a quien en privado y en broma llama "el jefe". Sobre la fusión o la confluencia del jazz, la copla y el flamenco en Lágrimas negras , Bebo Valdés dijo que "hubo carisma; fue una gracia de Dios".

Para sus dos conciertos en Extremadura, Valdes ofrece, en la primera parte, un repaso a "los padres de la música cubana y los soneros, su evolución hasta el latin-jazz y la música clásica". Posteriormente actúa Farah María y Chucho, quien recordó que entre ambos suman 9 grammys y que son la cuarta y quinta vez que están juntos en escena.

ENSEÑANZA PATERNA Preguntado por cómo mantienen esos diálogos o duelos entre ambos pianistas, Chucho respondió: "Sólo hago lo que me enseñó mi padre", a quien calificó de "genio", mientras que éste destacaba que "Chucho nació genio".

Por su parte, Farah María, preguntada por la causa de que el bolero parezca incombustible y atemporal, dijo que "no se ha dejado de hacer desde Machín".

María afirmó que no hubiera llegado a su posición "sin el apoyo de Chucho" en sus comienzos y que "lleva la maestría en la sangre".

Bebo, añadió la cantante, es "gloria de Cuba e historia de la música cubana por lo que hay que aprovechar cualquier oportunidad de tocar juntos".