Belén Rueda apenas podía contener las lágrimas. Le era difícil no dejarse llevar por la marea de aplausos con que el público de Cannes acompañó el estreno mundial de El orfanato , en la que interpreta su primer papel protagonista. La ópera prima de Juan Antonio Bayona se proyectó dentro de la Semana de la Crítica, la misma plataforma que reconoció a Cronos, de Guillermo del Toro, como una obra magna. El director mexicano, como coproductor, ha dado su apoyo incondicional a esta deslumbrante historia de terror en la que el miedo brota en un entorno idílico.

"Esta sección no tiene prejuicios. Su sensibilidad cinematográfica es encomiable", argumenta Del Toro. Para él, son las películas de terror las que toman el pulso de la realidad social de cada década. "Además conectan con el espectador. Representan la cosmología de lo absoluto, pero al no ser herméticas no alcanzan el prestigio que se le concede a otros géneros".

El realizador mexicano conoció a Bayona hace 10 años, en el festival de cine fantástico de Sitges, cuando trabajaba en el departamento de prensa. "Parecía un niño de 10 años con patillas". Nunca perdieron el contacto. "Un día, fue a verme al rodaje de El espinazo del diablo, y me dice esa frase espantosa que termina con cualquier amistad: ´Te he traído un guión´. Lo leo y resulta que es maravilloso. Estaba ante una excepción", cuenta Del Toro.

EL PASADO La película de Bayona, que inaugurará el festival de Sitges, "es el retrato psicológico de una mujer, una madre que pierde a su hijo y se reencuentra con el pasado para huir del presente". Belén Rueda guarda con cariño la Wendy que Bayona le regaló en el rodaje. El guión escrito por Sergio G. Sánchez parte de esa niña que se escapó con Peter Pan al País de Nunca Jamás, el enclave donde el tiempo se detiene y la vejez y la muerte no existen. El filme sigue las pautas de lo que Del Toro llama el género gótico: un misterio, un caserón solitario, un fantasma y un personaje inocente.