Belén Rueda presentó ayer en Málaga No dormirás, un regreso al cine de terror para la actriz madrileña en una historia que indaga en los límites a los que son capaces de llegar los actores con tal de hacer un buen trabajo. «Un actor no puede perder la cabeza», considera la actriz. «Para hacer un buen trabajo, no es necesario llegar a extremos que te afecten emocionalmente», opina la protagonista de la cinta, que compite por la Biznaga de Oro.

Después de romper las taquillas con El orfanato (2007) y protagonizar cintas de genero como El cuerpo y Los ojos de Julia, Belén Rueda sabe que los actores «no deben pasar ciertos límites». «Como actriz tienes que meterte en lugares a veces un poquito extremos y, quizá serán los años -apunta-, pero creo hay que entrar muy de lleno en los personajes, pero sin perder nunca la cabeza. Hay gente, como Marina Abramovic, que sí lo hace, pero yo creo que eso no se puede hacer más que en momentos puntuales».

Todo esto porque No dormirás cuenta la historia de un grupo de teatro alternativo que quiere sacar adelante una obra peculiar. Dirigidos por una mujer excepcional que está decidida a llevar al abismo a sus actores, los reúne en un antiguo psiquiátrico abandonado donde experimentarán con el insomnio para llegar lo más lejos posible en la construcción de un personaje. Pero la falta de sueño y las experiencias a las que se someten acaban por confundir a los actores, incapaces de discernir qué es realidad y qué es fruto de sus agotadas mentes.

Según explicó el productor uruguayo de la cinta, Ignacio Cucucovich, que defendió la película en lugar de su director Gustavo Hernández, que viajaba a Nueva York para presentarla en el Festival TriBeCa, el germen de la película fue, precisamente, una experiencia personal del director. «El terror a no dormir es uno de los más comunes», recuerda Cucucovich, quien añade que «lo que más le gusta al público no es el miedo por el miedo, sino que sea el paralelismo con la realidad lo que provoque la inestabilidad».

La película, que se rodó en Canarias y en Argentina, en concreto en un orfanato real que acogió en el pasado episodios «tristes», llegará a los cines españoles el 15 de junio.

También se presentó ayer Sergio & Serguei, una película que el estadounidense Ron Pearlman encuentra «memorable porque, dijo «habla de la decencia humana en contra de las ideologías y los intereses nacionales», un ejercicio poco común ultimamente.

Dirigida por el cubano Ernesto Daranas, narra el encuentro, a través de sus estaciones de radio, de tres hombres de distintas culturas e intereses en que se unen para salvar a uno de ellos en un momento crucial de la historia: la desintegración de la URSS y el comienzo del Periodo Especial en Cuba.