Vasca y "sin complejos", Janire Ibarra, una belleza rubia de 21 años con una turquesa en un diente, se alzó el sábado por el noche, en Barcelona, con la corona de Reina Gran Talla 2006, a la que solo se puede aspirar si se lleva al menos una talla 46. La nueva miss apuntaba a favorita desde el inicio --en el jurado figuraban, aunque alguien podría pensar que era extraño, la doctora Montse Folch, experta en nutrición, y su marido, Ramon Vila-Rovira, uno de los grandes de la cirugía estética-- y era, curiosamente, la que parecía más delgada entre las 16 bien preparadas concursantes, ya que su talla 48, especialmente con el vestido de noche rosa, parecía encogida comparado con los de otras rivales de igual medida oficial.

LOS NERVIOS DEL FINAL "No creía que me elegirían y pasé nervios hacia el final", comentó Ibarra, ya reina, reconociendo que ha perdido "unos cuantos kilos desde que empecé a prepararme para el certamen", lo que le ha llevado a un equilibrio de formas. "Mi modelo ideal de mujer es Marilyn Monroe, una belleza como curvas", manifiestó esta diseñadora de moda, que solo decidió perder algo de peso para sentirse más cómoda. "Nunca he estado acomplejada, pero si me pasase como a la cantante Rosa, que necesitaba perder 35 o 40 kilos para sentirse sin complejos, haría como ella", aseguró con sinceridad.

La joven de Bilbao no fue la única en sentirse orgullosa de su cuerpo. El resto de las participantes salieron por la pasarela como reinas, seguras, con sus mejores atuendos, sacando partido de los michelines incluso a la hora de demostrar su forma física y el arrojo al desfilar en bañadores y biquinis. Rebosaban ilusión ante las cámaras y ante un público en el que estaban padres, hermanos y novios. Aunque no fue el caso de la ganadora, que tenía amigos pero no pareja. "No tengo tiempo para eso, porque quiero dedicarme a este trabajo y llegar a ser modelo", apuntó. Aunque sabe que hay que luchar para que se haga moda "para las mujeres normales", ya que a las modelos actuales no las considera un referente: "Son muy delgadas, demasiado".