Canciones que mueven montañas y dejan en reposo las teorías agoreras sobre el futuro del rock. Viendo a Bruce Springsteen en directo, ese género venerable exhibe todos sus poderes anímicos y curativos, y su fulminante capacidad agitadora de grandes audiencias. La confidencia y la épica, el susurro y el trueno se manifestaron anoche en un Palacio de los Deportes de Madrid lleno (15.000 personas), en la primera noche europea del Magic tour, en una sesión de alta intensidad oficiada junto a ese séptimo de caballería del rock´n´roll llamado E Street Band.

La detonación fue sencilla y cruda: el grito desnudo de "Is there anybody alive out there " ("¿hay alguien vivo ahí?"), frase central de Radio nowhere, la proa de Magic, el Boss abrió el concierto tras un retraso de 45 minutos. Un sonido compacto y tres guitarras en lo alto, la del líder y las de Little Steven y Nils Lofgren. En la alineación, dos bajas dolorosas: Danny Federici, suplido por Charles Giordano, reclutado de la Seeger Sessions Band, y la más inesperada de Patti Scialfa, que sufre alergia.

No surrender , uno de los momentos más épicos de Born in the USA, siguió inflamando la sala, y Lonesome day completó el incendio con todo el pabellón en pie. Las menciones al nuevo material, como Gypsy biker y Magic , esta en tándem con la voz y el violín de Soozie Tyrell, rebajaron solo un poco la tensión. Fue entonces cuando Springsteen tomó la palabra leyendo un texto en castellano. "Vivimos un tiempo en que las mentiras son la verdad, y las verdades se convierten en mentiras", apuntó en uno de sus gestos políticos no exentos de calculada ambigüedad.

La gira tiene continuidad hoy en Bilbao y las entradas para el concierto del 19 de julio en Barcelona salen el jueves a la venta a 71, 67 y 57 euros (asiento reservado) y 57 euros (pista).