Kenneth Branagh cuenta que llevaba tiempo esperando un autobús y que, de repente, paran tres que le llevan al lugar dónde quiere ir. El director irlandés recurre a esta metáfora para explicar el por qué ha dejado pasar tantas propuestas a lo largo de estos últimos seis años en los que ha estado prácticamente ausente del mundo del cine, al menos como director, ya que como actor ha dado vida al soberbio profesor Gilderoy Lockhart, en Harry Potter y la cámara secreta .

"Sigo mi olfato. Debo enamorarme para decir que sí. Por eso llevo tiempo sin dirigir, pero ahora me aguarda un rodaje por año", anuncia el realizador de Mucho ruido y pocas nueces , Otelo y Hamlet, que ayer consiguió sonoros aplausos en el festival de cine europeo de Sevilla donde presentó una nueva adaptación de un gran clásico. Esta vez no se trata de una obra de Shakespeare, sino de una ópera de Mozart con libreto de Emanuel Schikaneder. Su personal versión de La flauta mágica , que él ambienta en la primera guerra mundial, inauguró ayer la tercera edición de este certamen.