La arquitectura sobria y de vocación pública del brasileño Paulo Mendes da Rocha ha sido reconocida con el Premio Pritzker. El jurado del Nobel de la arquitectura considera que Mendes lleva seis décadas "produciendo edificios con una profunda comprensión de la poética del espacio". "Con su arquitectura modifica el paisaje y se esfuerza en resolver las necesidades sociales y estéticas", señala el acta del premio, que reconoce asimismo que su trabajo está guiado "por el sentido de responsabilidad" hacia los ciudadanos.

Mendes da Rocha es el segundo brasileño, tras Oscar Niemeyer en 1988, que obtiene este galardón, instituido en 1979 por la Fundación Hyatt. Dotado con 116.000 euros, el premio se entregará el 30 de mayo en Estambul.

El arquitecto, que ha desarrollado su carrera desde su ciudad, Sao Paulo, ha adoptado un estilo de austera solidez al que no es ajeno el uso del cemento sin tratar y la simbiosis con el paisaje. La economía de los materiales, las líneas geométricas puras, el respeto al contexto social e histórico y, sobre todo, una visión del urbanismo progresista le caracterizan. Según sus palabras, la arquitectura debería ser "la transformación de la naturaleza, una fusión de la ciencia, el arte y la tecnología en una sublime declaración de dignidad humana".

La Fundación Hyatt reconoce, de entre sus proyectos en Brasil, dos estadios, el Paulistano Athletic Club (1958) y el Serra Dourada de Goiania; el pabellón de Brasil para la Expo de Osaka (1970) o la iglesia de San Pedro en Jordao. En España, ha realizado el plan director para la Ciudad Tecnológica en el campus de Lagoas-Marcosenda de Vigo.