Habían pasado más de diez meses desde el último directo de la cantautora extremeña Bebe, quien se reencontró con su público en Los Veranos de la Villa de Madrid para ofrecer la mejor vuelta post parto posible, una reaparición que además sirvió para presentar su último trabajo Y..

Bebe subió pasadas las diez de la noche a las tablas del escenario Puerta del Ángel, que antes había recibido la visita del rap romántico de Shinoflow, que se encargaron de telonear a la artista de Zafra, quien había colocado un columpio colgante en la parte central del escenario.

Desde muy pronto Bebe conectó con el público, que se agolpaba en las primeras filas para escuchar una nueva versión de Con mis manos, el primer tema escogido por la cantante, extraído de su álbum de debut Pafuera telarañas (2004).

Me fui y Buscome fueron las dos primeras canciones rescatadas de Y., un álbum mucho más experimental que el anterior pero que mantiene toda la cotidianidad y la frescura de las letras compuestas por la polifacética artista.

"Cuánto tiempo ha pasado. Estaba muy nerviosa, estaba muy flan antes de venir. A ver si os acordáis de este letra..., que no tengo que hablar tanto", confesó la diva a sus seguidores, quienes bailaron hasta la extenuación el éxito El ska de la tierra.

Otra de las mejores muestras del talento de Bebe llegó con Sinsentido, un juego de palabras donde lo real y lo imaginario van de la mano.

Con Sin palabras el escenario permaneció en total oscuridad y mostró la figura de Bebe sin nadie alrededor. La banda fue incorporándose progresivamente para acabar alargando el tema con un contundente final a base de distorsión.

"Todavía estoy emocionada con mi mochuelito, dándole la teta y esas cosas. Ahora no quiero calle", confesó la artista, quien demostró estar pasando por un momento dulce en lo personal y en lo creativo.

El coro formado por los incondicionales de Bebe estaba perfectamente compenetrado. Tanto que se encargó de iniciar No + llorá de forma espontánea; un bonito gesto que sirvió para emocionar a la cantante, quien miraba atónita a un público entregado.

Carlos Jean, productor de los dos álbumes lanzados hasta el momento por Bebe, no quiso perderse la oportunidad de apoyar a una de sus artistas fetiche y por eso juntos se arrancaron con Se fue.

Bebe subió aún más la temperatura de una bochornosa noche en la capital de España con Pa una isla, una provocativa declaración intenciones que la cantante interpretó a la perfección con sus bailes desde el suelo.

Gracias a La Bicha llegó la Bebe más incorrecta. En esta original fusión de estilos es capaz de rimar y pasar, en un par de segundos, del susurro al rugido.

Escuece marcó otro de los momentos álgidos de la noche. La fuerza expresiva de la cantante se manifestó en esta canción sobre la ruptura y el despecho.

Pero Y. no es un álbum pesimista porque temas como Uh Uh Uh Uh Uh descubren el buen humor de la artista, quien no tiene reparo en hablar de relaciones imposibles.

En Como los olivos el flamenco aparece como uno de los palos a los que mejor se adapta la también actriz, quien ensalzó el despliegue de luz y sonido del escenario Puerta del Ángel.

"Muchísimas gracias por todo porque ha sido muy bonito. Aquí arriba estamos muy emocionados. Que no os haga daño nadie, ni siquiera en tiempos de crisis", se despidió Bebe con su característico acento.

Nada mejor que concluir el concierto con Pa mi casa, un tema con mucho ritmo que sirvió para certificar que Bebe ha vuelto tras un largo periodo de inactividad con las pilas cargadas.