El escritor Alfredo Bryce Echenique ajusta cuentas pendientes con su Perú natal en el segundo libro de sus Antimemorias , que lleva por título Permiso para sentir . En la presentación del libro, editado por Anagrama, Bryce Echenique comentó ayer que en Permiso para sentir recoge la historia de su vuelta a Perú, especialmente cuando en 1999 decidió "liquidar" su vida en Europa, "eso sí, dando las gracias".

El autor ha relatado que su llegada a Perú fue "atroz, con una llegada triste, falsa, a un país gobernado por Fujimori", en el que vivió de cerca los efectos de los raptos, tan cercanos que incluso llegaron a afectarle personalmente. "Los esbirros de Fujimori --recuerda-- me raptaron, me dieron una paliza espantosa y un susto atroz y luego me tiraron en una calle como un pelele".

En los tres años y medio que Bryce pasó en su Lima natal, echó de menos Europa y comprobó que "la Lima que amaba y había conocido había prácticamente desaparecido".

En aquellos años no podía evitar sentir "rabia" cuando veía que los peruanos no percibían como él la tiranía de Fujimori.

Olvidada esa etapa dura de su vida, Bryce Echenique sólo quiere vivir "como un peruano cualquiera, sin ambiciones políticas, como un limeño más que va a la playa", describe.

Actualmente, Bryce Echenique pasa la mitad del año en su país natal y la otra mitad en Barcelona, donde ha escrito Permiso para sentir , la segunda parte de unas Antimemorias que tuvieron su primera entrega con Permiso para vivir , escritas también en la Ciudad Condal en 1986 y publicadas en 1993.

Cuando se le pregunta por la disciplina de otros compañeros del boom latinoamericano, Bryce Echenique responde con su habitual socarronería: "soy bastante disciplinado, sin llegar a ponerme el mono de trabajo como García Márquez", y añade que "puedo asegurar que con todos ellos tomé un buen vaso de whisky en las horas de la disciplina".

Ganador del Planeta en 2002, Bryce Echenique trabaja ahora en el que será su próximo relato, Las obras infames de Pancho Marambio , que "es un divertimento para terminar de salir de esta experiencia dolorosa peruana".

Al respecto, subraya que "el humor es esencial en nuestras vidas cotidianas". Para dar forma a ese nuevo capítulo de su vida iniciado en Barcelona, Echenique apareció ayer ante los periodistas con una nueva imagen, después de haberse desprendido de su inseparable bigote, el bigote del boom , con permiso de Gabo.