Dos horas y media de concierto dan para repasar una carrera de veinte años. Es lo que anuncia Revólver, que mañana canta en Badajoz

En contra del tango, veinte años sí son mucho, dice Carlos Goñi (Madrid, 1961). Una vida muy vivida, una posición musical sólida construida a base de canciones (El roce de tu piel , Calle Mayor ), de un estilo personal y capacidad de renovación. El músico de Revólver despliega en un concierto en el teatro López de Ayala de Badajoz sus principales temas, algunos de los cuales corresponden a su último disco original, 21 gramos . Posteriormente firmó un recopilatorio para celebrar sus dos décadas.

--¿Cómo será el concierto de Badajoz? ¿Destacará su último disco?.

--Ningún concierto mío se basa en un disco concreto. Este dura dos horas y media y 21 gramos , cincuenta minutos. Así que habrá algunos temas de ese disco y el resto, de los que he compuesto a lo largo de mi carrera.

--¿Ser fiel a uno mismo es una forma de resistencia?

--Digamos que uno no quiere seguir siendo como fue, mantenerse sin cambiar. Y yo he cambiado.

--¿Y cómo sabe uno si acierta o no, si se repite o no?

--Pues no lo sabes. Solo haces lo que te dicta el corazón, tus sentimientos. Intentas hacerlo lo mejor posible. Y luego tienes en cuenta que no hay una única verdad, sino una verdad por cada individuo.

--¿Veinte años de Revólver son muchos o pocos, cuando otros lo han dejado?

--Y otros llevan cuarenta años... En mi caso, soy músico y me moriré siéndolo, con o sin éxito. Pero es cierto que la vida me ha sonreído y estoy muy agradecido. Esos veinte años han dado para mucho. Hay una canción en 21 gramos que habla de que se nos acaban las monedas. Estamos aquí para aprender y ponerlo en práctica, y eso es algo que no suele darse. Cuando uno comprende qué hacemos aquí igual es tarde.

--¿Hay nostalgia, escepticismo cuando recopila sus canciones por este motivo?

--Nostalgia cero, porque lo mejor está por venir. Y sobre el escepticismo, uno querría meterse en el estudio y retocar algunas canciones, pero entonces tal vez serían distintas, y los discos no serían los mismos. Y eso no es así. También somos lo que fuimos.

--En las canciones de 21 gramos se dibuja el retrato de un tipo que ha vivido.

--Sí, es cierto. Tengo por norma escribir de lo que conozco de primera mano.

--¿La presencia de lo latino es sus últimas canciones es buscada?

--Lo es. He incluido ritmos de Venezuela como el joropo, y melodías que recuerdan al bolero. Así como el inglés le viene mejor a determinados ritmos, como el del rock, el castellano funciona mejor con ritmos latinos.

--¿Qué racha de conciertos lleva?

--Creo que hasta julio llegaremos a los 80.

--¿Da para vivir bien?

--Claro que sí. Yo vivo bien, teniendo en cuenta estos tiempos duros. Hay grupos consolidados que este año no darán más de diez conciertos. Afortunadamente, a mí se me ha permitido vivir un sueño, el de la música, que me ha llevado más lejos de lo que hubiera imaginado.