Musa de Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia, Francis Ford Coppola y ahora también Yasmina Reza, la actriz Carmen Maura ha recibido hoy la Medalla de Oro de la Academia de Cine, un mérito que ha recibido quitando importancia a las dificultades de su profesión: "No me cuesta mucho trabajo ser actriz", ha afirmado.

"Creo que hay que decir las cosas como son. Esa una de las ventajas de ser mayor", ha avisado Maura a los presentes en la rueda de prensa que ha tenido lugar en la sede de la Academia de Cine en Madrid, en la que ha desvelado los entresijos de su carrera sin pelos en la lengua, pero siempre con coquetería y humor.

"Pedro Almodóvar me dijo en el rodaje de Volver, ha reconocido.

Un nombre fundamental

La actriz de La ley del deseo ha citado al que ha sido uno de los nombres fundamentales en su carrera en tres ocasiones. Otra fue para reconocer: "El único momento en el que lo he pasado mal en mi carrera fue en el rodaje de Mujeres al borde de un ataque de nervios. Punto", ha aseverado.

Maura, ganadora de cuatro premios Goya y un premio de interpretación en el Festival de Cannes, entre otros muchos galardones, ha matizado que el factor diferencial de esta medalla, que le ha entregado el presidente de la Academia Álex de la Iglesia, quien la dirigió en La comunidad, 800 balas y, próximamente, en Balada triste de trompeta.

'Chicas', nuevo filme

"Este premio en concreto es importante porque tiene mucha repercusión y eso es muy bueno, porque hemos perdido muchos fans", ha asegurado la protagonista de ¡Ay, Carmela!, que se ha mostrado muy ilusionada con su nueva película, Chicas, que significa el debut en la dirección de la dramaturga Yasmina Reza.

"Los premios en sí mismos no me importan. Ha ganado un Óscar Penélope Cruz y es genial, estoy orgullosa y nos viene muy bien a todos. Pero conozco veinte compañeras españolas que podrían haberlo ganado también", haciendo referencia a las circunstancias de distribución y publicidad que tuvo Vicky Cristina Barcelona.

Maura, que fuera de España ha trabajado con André Techine, Fatih Akin, Amos Gitai y Alejandro Agresti, recientemente rodó a las órdenes de Francis Ford Coppola en Tetro junto a Maribel Verdú, y ha insistido en que no hay que dejarse avasallar por los grandes nombres.

Sin complejos

"No hay que tener ningún tipo de complejos. No porque venga uno importante de fuera tenemos que darle más ventajas", ha asegurado. "Ahora tengo guiones de directores de los que no tenéis ni idea y son maravillosos. Espero que la crisis se pase y puedan seguir adelante".

Así, Carmen Maura prefiere recordar "cuando estrenamos en San Sebastián Tigres de Papel un día en el que no éramos nadie y al día siguiente todo el mundo nos saludaba" o "los pequeños momentos, las tonterías del set de rodaje".

Como un relax

"El cine es el único medio en el que nunca me pongo nerviosa. Oír 'motor, acción' es para mí como un relax. Me gusta que sea todo mentira", ha afirmado. "Pero en la vida real no actúo, eso sería muy agotador", ha añadido.

Y así, entre todos los honores recibidos, ha destacado como uno de sus favoritos un piropo que le dedicó un día el propio De la Iglesia: "Me dijo que era como un hipermercado: que se podía coger de mí lo que uno quisiera".

La fuerza de la cámara

Con la liberada Pepi de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, la abnegada ama de casa de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, la Elvira de Tata Mía, Ana en o la intrigante Julia en La comunidad, Maura ha demostrado, efectivamente, tener un surtido interpretativo de lo más variado.

"He aprendido que se puede decir cualquier cosa, cualquier texto se puede convertir en algo verosímil. La cámara tiene una fuerza y es muy peligrosa: se puede convencer a la gente de lo que sea. Los políticos deberían aprender a utilizarla", ha concluido.