Sorpresa, pero no injusticia. La película surafricana Carmen en Khayelitsha se hizo con el Oso de Oro de la 55 edición de la Berlinale. Cierto que pocos lo esperaban, pero tampoco fue una decisión protestada. Es arriesgado trasladar la ópera que Bizet compuso pensando en una cigarrera andaluza a una Suráfrica actual, en la que puede verse a un negro vestido de torero y a una oronda y bella africana encarnando el papel de una apasionada sevillana. Pero el director, Marc Dornford-May, y los excelentes actores han hecho posible que lo que podía haber sido un pastiche se convirtiera en un filme cautivador, con voces (no hay doblaje) e incluso algún baile de fusión flamenco-blues bien resueltos.

El Gran Premio del Jurado también estuvo acertado: fue para Kong Que (Pavo real) , el primer largometraje del director de fotografía chino Gu Changwei.

Que la actriz alemana Julia Jentsch, protagonista del filme Sophie Scholl , obtuviera el Oso de Plata a la mejor actriz estaba casi cantado antes de que empezara el festival, sobre todo teniendo en cuenta que el jurado contaba con dos miembros germanos: el realizador Roland Emmerich (presidente) y la actriz Franka Potente. Pero que también le dieran al director de esta cinta, Marc Rothemund, el premio al mejor realizador puede considerarse un abuso de patriotismo. El galardón fue abucheado por la prensa no alemana.

UNA INSOLITA INICIATIVA También levantó ampollas una iniciativa insólita, jamás vista en un festival internacional. Tras la lectura del palmarés, el director del certamen entregó el premio a la actriz alemana y ésta hizo el emocionado discurso de rigor. Desconcertante.

Como mejor actor se premió a Lou Taylor Pucci por su trabajo en Thumbsucker , la película sobre un muchacho mayorcito que aún se chupa el dedo. Una decisión poco acertada, ya que había muchos candidatos más calificados para obtener el premio, especialmente Michel Bouquet por su muy destacada interpretación de Fran§ois Mitterrand.

El taiwanés Tsai Ming Liang acaparó varios premios por su personalísima cinta Tian bian yi dou yun , un ingenioso revuelto de agua, sandías y sexo. Ganó el Oso de Plata para la más destacada contribución artístical. También sorprendió el premio a la mejor banda sondora, De battre mon coeur s´est arreté .