Si un ciudadano cualquiera visita la casa de Federico García Lorca en Granada saldrá emocionado pensado que ha visto, por ejemplo, la cama del poeta. O su cocina. O la ventana por donde miraba. Cuestión de fetichismo. Sin embargo, si la visita la realiza un artista, la experiencia irá más allá. Los artistas son personas especiales capaces de sentir cosas diferentes. Y eso es lo que ha hecho un grupo de creadores. Durante un fin de semana han estado en la casa de Lorca. Han tocado sus paredes, olido su esencia y notado su alma. Después, han creado un objeto para decorar y reinventar la morada del poeta.

La nueva Huerta de San Vicente se abrió ayer al público. Se trata de un laboratorio de ideas abierto al arte contemporáneo. Laura García Lorca, presidenta de la Fundación García Lorca, pensó hace tiempo que la casa de su tío podría dar más de sí. Por eso, contactó con uno de los comisarios de arte más importantes del mundo, Hans Ulrich Obrist. El proyecto everstill (siempre todavía) acababa de nacer en ese momento.

El comisario pensó en varios artistas y habló con ellos. Desde el exhombre de negocios y actual poeta John Giorno hasta los inclasificables Gilbert & George. Cada uno ha creado un objeto que rinde homenaje a Lorca. Ahora, esas creaciones se exponen en la Huerta de San Vicente, la casa de la que tuvo que huir el poeta.

ESPACIO INTIMO En una de las paredes de la habitación del poeta cuelga la fotografía de Gilbert & George. Se la hicieron en la cama, "el espacio más íntimo de una persona", según explican los británicos. "Ha sido la única manera de disfrutar de la necrofilia sin terminar en la cárcel", se rió Gilbert.

Bajo la cama de Lorca aparecen unos insectos que hablan. Es el teatrillo ideado por David Bestué y Marc Vives. "Quisimos habitar la casa y apostamos por los insectos porque, en realidad, son los únicos seres que viven allí".

Encima del escritorio donde Lorca creaba su poemas, Rivane Neuenschwander ha colocado una máquina de escribir con un folio. Al salir, los visitantes podrán disfrutar del camino vegetal de Cristina Iglesias.

Bajando las escalares está la cocina. En ella suena la canción que ha compuesto Enrique Morente. Todo por y para Lorca. Y no acaba aquí. En marzo se unirán más artistas.