Ya hace unos cuantos años. Una llamada del jefe del festival y el deseo de que me diera una vuelta por tierras extremeñas para ver en persona las maravillas del Contempopránea. Fue apenas un año después de que en el programa 'Disco Grande' (Radio 3) hiciéramos un especial con el documento sonoro de lo que había pasado en Alburquerque y con el comentario de la jugada a cargo del director Agustín Fuentes, al que ya había conocido años antes en aquellos primeros tiempos más modestos del Festival de Benicassim (sólo un pelín más viejo en edad).

Desde entonces, principios del siglo presente, me sentí tan en mi casa que se convirtió en algo normal (antes o después de la cita castellonense) que los últimos días del mes de julio de cada año estuvieran dedicados a coger el autobús pertinente (sí, soy peatón) o colarme en el coche de algún colega de profesión tan adicto al Contempopránea como el firmante de estas líneas y experimentar esa sensación de poner rumbo a la casa del denominado "festival de la escena indie" en Alburquerque, etiqueta de garantía ganada a puro pulso.

Ni que decir tiene lo feliz que se siente uno desde su posición de contador de historias de este mundillo musical que tanto nos apasiona haber asistido al crecimiento imparable, año a año y ganado a fuerza de hacer las cosas bien, de ese evento que da lustre a Alburquerque (y ojo que hay otras manifestaciones culturales en el lugar y en las cercanías de indudable atractivo) y que para muchos artistas (foráneos, pero también españoles) ha servido como propagador de la "marca Alburquerque" y, por extensión, "marca Extremadura".

Aunque sólo sea por eso, es un placer poner rumbo hasta Badajoz este viernes 12 de abril y hacer dos programas especiales (uno, en directo, a la hora habitual, a las cuatro de la tarde y otro, grabado, justo a continuación, para emitirse el lunes 15) que versen sobre el "mundo del Contempopránea" y satélites cercanos. Tocarán Happy New Year y Superbólido, en la parte pop, y se complementará su propuesta con lo que haga Alejandro L'Avalanche (malagueño en Mérida) y ese descubrimiento de Chloé Bird (el "culpable" es el amigo Ortiz, el mismo que me ha encargado estas líneas) además de charlas con los agitadores culturales de la región (que hay unos cuantos y de talla en toda la región).

Total, que estoy encantado de ponerme en ruta este inicio de fin de semana hacia el lugar en donde reina mi castillo favorito, dominándolo todo desde las alturas de Alburquerque, aunque en esta ocasión la parada y final de trayecto sea un poco antes, en Badajoz. Lo dicho: un placer. Porque me gusta eso de que la radio salga de paseo al encuentro de sus fieles. Nos vemos.