Javier Cercas consideró ayer que los escritores deberían escribir "por y para un Dios, para un señor que lo ve todo y pide lo máximo", porque de ese modo todo autor mantendría el "grado suplementario de exigencia" que al escritor cacereño le ha supuesto el éxito de Soldados de Salamina .

Cercas señaló que el miedo que ahora pueda sentir ante el éxito de la novela que ha llevado al cine David Trueba no supera "a lo razonable", pero reiteró que esta situación sí le ha supuesto ser más exigente con su trabajo.

Su amigo y crítico literario Jordi Gracia aseguró ver a Cercas como cuando escribía Soldados de Salamina , "con el mismo nivel de tensión, angustia e, incluso, de riesgo", aunque reconoció que ahora tiene en la conciencia que va a haber lectores que antes no existían "tanto en calidad como en cantidad".

"Lo que me importa es estar satisfecho del libro y que este sea necesario para mí", apostilló Cercas, quien prefirió no hablar de su próximo trabajo en un encuentro que mantuvo con los medios de comunicación con motivo de el taller literario que dirige junto a Gracia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

BUSCAR LO MEJOR Cercas insistió en que los escritores deben siempre intentar conseguir lo mejor de su trabajo, aunque se haga "el ridículo", porque, citando a Cervantes en El Quijote , dijo, "ahí está la gloria del empeño".

Además, reconoció que en su próximo trabajo los críticos van a ir a cortarle "el cuello". "Cualquier crítico que se precie tendrá que partirme en ocho o nueva trocitos", bromeó el escritor cacereño, quien con tan sólo cuatro años se trasladó con sus padres a Gerona, ciudad donde imparte clases de literatura.

Cercas también dijo, en referencia al taller, que no se puede hablar de literatura sin aludir a figuras que resolvieron los problemas que se plantean otros a la hora de componer sus obras.