"Se nos ha ido la alegría, la flor más hermosa de Chipiona". Esa era la frase más repetida ayer por las calles del municipio gaditano, cuyo ánimo se empañaba a medida que se extendía triste noticia.

"Era lo más grande, y llevaba Chipiona en el corazón", repetían todos los vecinos que, interrumpiendo su quehacer diario, se iban congregando frente la casa de Rocío Jurado, cuya pared blanca con mensajes de condolencia y plegarias se fue cubriendo con decenas de flores y velas, así como carátulas de discos y cartas.

Por la noche, la atención se concentró en las calles del pueblo, con crespones en las ventanas, y en el Santuario de la Virgen de Regla, donde hasta medio millón de personas, según las previsiones del ayuntamiento, pasarán para velar los restos de la artista, que será enterrada a mediodía. Operarios municipales y la policía local se afanaron en preparar el municipio ante la llegada del cortejo fúnebre y de numerosos periodistas; se repintaron las líneas blancas de la carretera y se vallaron ciertas zonas del municipio,a donde llegó el féretro, después de que pasadas las ocho de la tarde saliese el coche fúnebre hacia la base aérea de Torrejón. Desde allí despegó un avión destino a su tierra natal.