Un techo de oro que crea cálidas sombras, un río dorado que aparece y desaparece entre ramas y subraya los caminos... Eso son Las Puertas , el proyecto soñado durante 26 años para Central Park por Christo y Jeanne Claude que, tras rechazos institucionales, modificaciones y autofinanciación, por fin empieza a tomar forma en uno de los más famosos espacios verdes urbanos del mundo. El lunes llegaron al parque las bases de las 7.500 puertas, casi 5.000 toneladas de acero que junto a 100.000 metros cuadrados de telas transformarán Nueva York entre el 12 y el 27 de febrero.

En esas bases, desplegadas a lo largo de 37 kilómetros del parque, se sustentarán las puertas, estructuras de 4,87 metros de alto y una anchura que oscila entre los 1,67 y los 5,48 metros. Cada una de las puertas estará separada de las otras por 3,65 metros y de cada una, a 2,13 metros del suelo, colgarán las telas coloreadas con azafrán.

El proyecto, que fue propuesto por primera vez en 1979, se calcula dejará unos beneficios a la ciudad de más de 60 millones de euros.