Los cinco cuentos del último libro de JK Rowling, en los que aparecen muggles y magos, son otras tantas lecciones sobre la fuerza de la amistad y de la magia que cada uno llevamos dentro.

Traducida a 23 lenguas, la obra no fue concebida en un principio para salir al mercado. Rowling había escrito e ilustrado a mano seis copias personalizadas, repujadas en cuero con adornos de piedras semipreciosas y plata, como regalo para otras tantas personas que habían estado muy relacionadas con las aventuras de Harry Potter. Un séptimo ejemplar fue para la organización caritativa de Rowling, para ser subastado.