Hace 40 años este país se metió en una madriguera en Vietnam y murieron millones. Temo que estamos yendo hacía ese agujero otra vez". El ataque a la política exterior de Bush lo pronunció desde el escenario Errol Morris, premiado por su documental The fog of war . Con sus palabras resonando ante 1.000 millones de telespectadores se comprobó que la retransmisión en falso directo iba a acallar declaraciones polémicas.

Sean Penn coló la suya a irreprimible velocidad. "Una cosa que sabemos los actores, aparte de que no había armas de destrucción masiva...", dijo nada más inaugurar su intervención. Luego habló sobre interpretación, pero ya había aportado su grano de arena.

En la sala de prensa Peter Jackson también quiso recordar que "el horror de la guerra y cómo transforma a la gente" es un tema de la obra de Tolkien..

Billy Crystal hizo también sus menciones de carga política, aunque buscó la sonrisa. "No puedo esperar a ver su inspección de Hacienda", improvisó.

DEDICATORIA GAY Crystal, que recordó que fue por primera vez maestro de ceremonias cuando "Bush era presidente, la economía se hundía y acabábamos de terminar una guerra en Irak", hace 13 años-- ya había bromeado sobre otro tema candente: los matrimonios homosexuales. Pero la mejor reivindicación llegó del director del mejor corto de animación. "Quiero dedicar este premio a mi bello novio, Dan", dijo con inocente claridad Adam Elliot, que entra en los anales del Oscar con la primera dedicatoria abiertamente gay.

El pecho de Janet Jackson también fue, entre los gestos de Robin Williams y las bromas de Crystal, motivo para reír. Pero en la sala de prensa quien más meridiano fue en la denuncia del escándalo montado tras la Super Bowl fue Blake Edwards: "Pura hipocresía". Tim Robbins, que desde el escenario lanzó un mensaje de apoyo a las víctimas de abusos sexuales, fue preguntado después sobre qué le gustaría decir ya sin cinco segundos de bucle. "Lo que quisiera decir lo habría dicho ahí. No me dan miedo los retrasos", aclaró.