Batidos todos los récords con su estreno, Spider-Man 3 ha desatado el apetito de una industria que ambiciona llegar a los 10.000 millones de dólares de taquilla para finales de año.

Parece que no le basta con ser el estreno más taquillero en Estados Unidos, con sus 59 millones de dólares en su primer día y los 148 millones de dólares del primer fin de semana, o con convertirse en la cinta con una mayor recaudación mundial en su estreno, una cifra que llega a los 373 millones de dólares en 107 países.

La tercera entrega de las aventuras del hombre araña, el popular personaje de la editorial de cómics Marvel, quiere ahora más continuaciones.

"Habrá una cuarta y una quinta y una sexta y una séptima", declaró ayer una exultante Amy Pascal, al frente de Sony Pictures, productores de la cinta.

Con este exitoso bagaje, la saga de Spider-Man lo quiere todo y el resto de los estudios de Hollywood se dejan, porque en lugar de celos de su éxito lo que sienten es una inyección de ánimo, dispuestos a batir nuevas marcas en el sector.

De hecho, gracias al estreno de Spider-Man 3 el número de entradas vendidas en Norteamérica este fin de semana aumentó en un 73% respecto al anterior, además en lo que va de año Hollywood lleva un 6% de ventaja sobre los ingresos del 2006 por estas fechas.

La meta propuesta está al alcance de la mano, a juzgar por la cartelera. En dos semanas tras el estreno de Spider-Man 3 llega a las pantallas en Estados Unidos el filme Shrek Tercero y una semana después, Piratas del Caribe: En el fin del mundo . Se trata del estreno de una nueva entrega de la saga animada más taquillera y de la tercera parte de una historia de piratas que ya tenía el récord de ser el estreno más lucrativo en EEUU. Como señala la crítica estadounidense, Spider-Man 3 no ha hecho más que abrir el apetito del público.